En el atestado policial los agentes concluyen que, “tras haberse descartado los fallos mecánicos, eléctricos y electrónicos del ascensor, la única hipótesis factible de la causa del fatal accidente es un fallo humano producido por una manipulación incorrecta del ascensorista de Orona, F.C.D.”.
La Policía alude en su oficio tanto a la investigación realizada por la gerencia del hospital como al peritaje encargado a la entidad Atisae como organismo de control autorizado designado por la Delegación de Industria para la investigación de las causas del “fatal desenlace”. En el informe de la gerencia del hospital se desgranan todos los datos acerca del ascensor siniestrado y las gestiones llevadas a cabo por el centro hospitalario “desde el mismo momento del accidente”, informándose de que el ascensor en cuestión permanece a fecha de hoy precintado a la espera de la juez autorice su puesta en marcha.
Tras el análisis de todos estos informes, “se pudo comprobar que no se había producido ningún fallo de los mencionados”, desconociendo los técnicos “si por parte del ascensorista se siguieron correctamente las actuaciones para realizar el rescate con seguridad, por lo que no pueden descartar un fallo humano en las maniobras de rescate”.