Entrevista a Michael Martínez Blanco, autor de una novedosa teoría sobre la Atlántida
Por Francisco José Solano

Michael Martínez es técnico en excavaciones y experto en Prehistoria, vive en Coria del Río (Sevilla) y es autor de una novedosa teoría sobre la Atlántida.

– Para los que desconocemos completamente el tema y queremos ilustrarnos, la pregunta fundamental tiene que ser: ¿qué es la Atlántida?

Era una confederación de reinos o de reyes con vínculos familiares entre sí donde era muy importante la unidad, la jerarquización social, la diferenciación laboral, los rituales y sacrificios relacionados con la figura del toro, protegidos por un gran ejército mantenido en distintos enclaves, destacando la ingeniería hidráulica y naval que permitía el comercio naval así como la defensa de esa liga de ciudades estados que de forma macroterritorial llegó a extenderse por las costas atlánticas y mediterráneas.

Platón la describió como una entidad militar con una gran cultura que dominaba por el norte del Mediterráneo hasta Tirrenia (que hoy es Italia) y por el sur del Mediterráneo todo el norte del continente africano (también llamado Libia en tiempos de Anaximandro y de Plinio el Viejo), hasta Egipto. Además, se extendían por las costas atlánticas que suponían el norte de Europa. 

Hay que decir que Platón les denominó con nombres griegos al ser considerado un pueblo de fuera de la ecúmene griega y por tanto, bárbaros para ellos, por lo que se habló de nombres como Poseidón o Atlas, surgiendo el mito al considerar que su fundación fue debida a las divinidades, sin tenerse en cuenta que esas divinidades desde los comienzos eran la humanización o advocación de la propia Naturaleza.

Así, Platón añade que debido a la arrogancia y avaricia de éstos quienes querían conquistar más terrenos, los dioses los castiga con un terrible cataclismo, describiendo temblores de tierras e inundaciones, lo que se corresponde según los expertos en la descripción de un Tsunami, y en la Historia se determinan varios hitos de esta índole que tuvieron acciones catastróficas como el de Lisboa en 1755, teniendo lugar un Tsunami precedido por un temblor, por citar un ejemplo relativamente reciente.

De esta forma desaparece la gran civilización o cultura que él denomina Atlante, dejándonos unas pistas fundamentales para comprender dónde se ubicaba su capital. Dijo que era una tierra insultar ubicada frente a un estrecho en el piélago atlántico, estando en ese estrecho las columnas de Heracles, recalcando que son los griegos quiénes las llaman así, pues a Solón le cuentan esta historia dos sacerdotes egipcios.

Respecto a la capital que él denomina Atlantis, señala Platón que Poseidón (es decir, la Naturaleza) hizo una isla central con una elevación donde llegaron a construirse dos templos, uno dedicado al propio Poseidón y otro a su esposa Clito (y repito que son nombres griegos que se le da a personajes bárbaros que gestaron aquél imperio). La idea era que la isla sirviese de capital y al mismo tiempo de protección para que nadie llegase a ella y molestase a Clito (por su carácter insultar, una isla de por sí presenta una barrera defensiva perfecta ante cualquier asedio o ataque). Describe, además, que la isla disponía de canales consecutivos, dos de tierra y uno más de agua, realizándose en los momentos en los que no existían barcos ni navegación (lo que entendemos que se trata de una formación natural previa a cualquier ingeniería humana).

– ¿En qué consiste el hallazgo que ha hecho en torno a la Atlántida? 

Llevo más de 25 años analizando los textos de Platón (el Timeo y el Critias) palabra por palabra, hecho que me ha permitido conocer sus significados al mismo tiempo que me he dado cuenta que Platón presenta fallos o incongruencia que hacen pensar que la historia no has sido inventada por Platón.

Revisando la vida de Platón y los escritos clásicos, debemos tener en cuenta que para cualquier historia se necesita un guión pero en esta ocasión, presenta elementos tan contradictorios que no tienen coherencias para un relato propiamente histórico, siendo la mayor incongruencia la referida a la ubicación puesto que alude a que la isla se encontraba “frente a la boca o estrecho que según vosotros así llamáis columnas de Heracles” por lo que los grandes investigadores se centran en identificar las columnas de Heracles como el Estrecho de Gibraltar, si bien en párrafos anteriores se dice “antes se podía pasar porque había isla o tierra insular delante de la boca del estrecho que así denomináis columnas de Heracles”. El detalle lo vemos al decir que antes se podía pasar o navegar por el piélago atlántico, pero en esos momentos en los que a Solón le cuentan la historia dos sacerdotes egipcios en el siglo VI a.C., no era posible navegar o entrar por ese estrecho o boca angosta.

El motivo de no poderse navegar por ese piélago fue el fango producido tras el cataclismo por la escasa profundidad donde se ubicaba la isla. En todos estos años de estudios no he encontrado ninguna referencia a que la navegación por el Estrecho de Gibraltar no fuese posible o que el Golfo de Cádiz estuviese colmatado de lodos, por lo que en mi investigación comienzo descartando el Estrecho de Gibraltar como la boca a la que se refiere Platón.

En mi método de investigación he dado mucha importancia a leer, comprender y tener memoria lectiva, siendo esta última muy importante porque de seguirse no se caería en los fallos que acabamos de citar, fruto de leer un párrafo y quedarse solo con la última parte como a muchos les sucede. De forma científica, esto se denomina método hipotético deductivo, el cual me ha permitido realizar hipótesis, descartar algunas y corroborar otras mediante las numerosas pruebas que he ido obteniendo a lo largo de mi dilatada carrera. El sentido común aplicado a la lógica que proporciona ese método hipotético deductivo conlleva a observar cada palabra del filósofo ateniense entendiéndolas en un contexto determinado. De esta forma, llego a establecer teorías que mediante las pruebas obtenidas a lo largo de mi investigación, han respondido a los objetivos planteados inicialmente en la búsqueda de la verdad del relato de Platón.

– ¿Por qué ubica usted la Atlántida en Sevilla y no pasando el estrecho de Gibraltar?

Después de estudiar muchos estrechos en el piélago atlántico, el que más se asemeja al descrito por Platón es un estrecho al que muchos historiadores y arqueólogos denominan Estrecho de Coria, siendo éste un estrecho bañado por el océano Atlántico, comprendido entre Coria del Río y Dos Hermanas, que presentaría unas dimensiones durante la Edad del Cobre alrededor de los 4 kilómetros de distancia. Se ubica arriba del estuario oceánico que algunos denominan Golfo Tartésico, siendo actualmente el Parque Nacional de Doñana. Superando el Estrecho de Coria hacia el norte, el mar se volvería a abrir en una ensenada oceánica que yo denomino la ensenada de Sevilla y que los hallazgos casuales que se han realizado en determinadas excavaciones por Sevilla con el fin de la construcción del Metro o aparcamientos subterráneos, se localizan fondos de cabañas e industria lítica datadas en el 3500 a.C., coincidiendo cronológicamente con el gran asentamiento de Valencina de la Concepción con más de 700 hectáreas de ocupación, como recientemente se han publicado en los medios gracias a las recientes excavaciones arqueológicas. Pues gracias a los hallazgos realizados en Sevilla, calcolíticos, se observan que se ubican en altozanos lo que conduce a algunos expertos en indicar que Sevilla era una isla dentro de una ensenada rodeada del piélago atlántico. Y esa isla dista unos 9 km (o 50 estadios como indica Platón) del estrecho oceánico de Coria del Río.

– ¿No describe Platón que esa isla estaría rodeada de anillos concéntricos? 

Otra malinterpretación que conduce a errores a muchos investigadores que se adentran en intentar localizar este Imperio al que Platón llamó Atlántida. Buscan anillos concéntricos y efectivamente son numerosas las ciudades del momento que presentan anillos concéntricos tales como Valencina de la Concepción (Sevilla), Marroquíes Bajos (Jaén) o Los Millares (Almería), pero esto no indica que estas ciudades sean la capital de la Atlántida bañada por el océano Atlántico. Los anillos concéntricos presentan dimensiones distintas y una gran profundidad que permiten la función defensiva, bien mediante la disposición de agua en su interior o bien mediante una serie de empalizadas, como se recoge en distintas prospecciones geofísicas realizadas. Pero esos anillos concéntricos son artificiales y ese es el gran error para localizar la verdadera ubicación de la capital ya que en ningún sitio se menciona que los atlantes construyesen los círculos concéntricos de la capital, atribuyéndole esta capacidad o facultad a Poseidón, es decir, a la Naturaleza. Por lo tanto, los anillos no son geométricamente perfectos, sino irregulares para una isla irregular ubicada en una ensenada irregular que emula esquemáticamente la perfección del orbe celeste en la tierra y fue tomada como modelo para ello. El orbe celeste se plasma en la tierra, transmitiéndose incluso a civilizaciones como la etrusca o la romana, según recoge Vitrubio en su tratado De Architecture. Y atendiendo a los anillos que alude Platón que rodea a la capital atlante, vemos que por un lado nos encontramos el sistema montañoso de los Alcores, por otro el del Aljarafe y por la sierra norte desembocaría el río denominado actualmente Guadalquivir, en el Término Municipal de Alcalá del Río, actual municipio sevillano. Todo ello estaría cerrado por el Estrecho de Coria que daba salida al océano Atlántico, detectándose un primer puerto tras el mismo en la isla de Gadir, hecho del que no sólo habla Platón, sino otros autores clásicos como tendremos la oportunidad de leer en el libro que se está realizando de forma científica y meticulosa con el fin de complementar el documental que por la lógica de la falta del tiempo, no se pueden dar todos los datos que nos gustaría exponer durante cada capítulo del mismo.

– ¿En algún momento de su historia esa isla de Sevilla que describe Platón fue destruida por algún tsunami? 

Hay numerosos estudios donde hay pruebas de muchos tsunamis en el golfo de Cádiz durante la Prehistoria, como el que realiza el Catedrático de Geología de la Universidad de Huelva Juan Antonio Morales quien llega a la conclusión mediante pruebas científicas de que hubo un gran mega-tsunami en el Golfo de Cádiz al final del Calcolítico, momento en el que yo ubico la época del máximo esplendor el Imperio Atlante llamado así por Platón. Este Tsunami tuvo lugar en el 2480 a.C. y entrando por el Golfo de Cádiz, llegó a destruir Hinojos, hecho recogido en la investigación del CSIC denominada Plan Hinojos. Al no encontrarse obstáculos en unos 25 km, y presentando una gigantesca ola que superaba los diez metros de altura, es fácil entender que de forma libre las aguas llegaron al Estrecho de Coria (vemos pruebas de ello en el Cerro de San Juan en Coria del río) donde al hacer efecto embudo, se multiplicó la acción destructiva, arrasando la ensenada y por supuesto, la isla de Sevilla, la capital de aquél Imperio, dejando un paisaje colmatado de barro por su poca profundidad ya que los estudios sobre ello indican que la ensenada llegó a tener una profundidad máxima de 8 metros. De esta forma sí entendemos que la navegación fuese imposible no sólo durante la acción de los efectos del Tsunami sino que al colmatarse el estrecho, reduciéndose la distancia de 4 km, la ensenada de Sevilla se convertiría en una marisma donde sería imposible vivir en su interior, como sucede hoy día con Doñana tras dos mil años de colmatación. 

Por tanto, en un principio, tras la caída de la capital, el Imperio Calcolítico o Atlante se desmembraría y progresivamente se dispersaría, originándose nuevas ciudades estados menores e independientes, pasando el protagonismo en estos momentos a la parte oriental del Mediterráneo. Plinio el Viejo en su obra Historia Natural, recoge numerosos pueblos, aludiendo a los atlantes que huidos desde el monte Atlas se refugian en Etiopía, entre otros detalles que nos vuelven a mostrar que Platón no nos contaba un cuento.

– Tengo noticia de que prepara un documental sobre la materia. Háblenos de ello, por favor. 

Sí, nos ha llevado tres años de grabación donde un equipo multidisciplinar hemos llevado a cabo grandes investigaciones con la sorpresa de que con cada hallazgo se iba confirmando mi teoría. 

La productora ha sido Vibes Film Studio, compuesta por Jesús Camacho como productor, Cristina Rosado como directora y asesorada de forma científica por el Doctor en Historia por la Universidad de Sevilla y Arqueólogo David Mendoza, guionista también de la productora. Todo ello ha sido posible gracias a Juan Luis Canales, Productor Ejecutivo de Canales Media.

No puedo adelantar la fecha de estreno de este documental, ya que de ello se encargan los productores. 

Lo que sí puedo decir, como he aludido anteriormente, es que se está preparando un libro científico y técnico, al nivel de una Tesis Doctoral, donde se recogerán todos los detalles y pruebas que de forma científica avalan la existencia del relato de Platón, confirmándonos lo que argumentamos gracias a una extensa bibliografía muy completa, y permitiendo mostrar la verdad sobre este asunto, con la finalidad de complementar los datos del documental basado en mi teoría, pero al mismo tiempo, disipar dudas definitivamente en cuanto a la veracidad de las palabras de Platón referidas a esta historia, una historia real, de un Imperio Calcolítico del sur peninsular con capital en Sevilla al que Platón llamó Atlántida.




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