Este hombre, cuya identidad responde a las iniciales J.C.C., y que pertenecía a un grupo de visitantes del distrito Macarena, ingresó en la UCI el mismo 16 de mayo con un traumatismo torácico, vértebras rotas y costillas dañadas a cuenta del impacto sufrido al caer sobre él una rama de gran tamaño de un ejemplar de ‘chorisia speciosa’ o palo borracho del patio del León del Real Alcázar, monumento que visitaba junto a su esposa y otras personas dentro de una visita cultural.
El impacto también le afectó al pulmón, generándole dificultades para respirar, toda vez que durante su estancia en la UCI, J.C.C. había sido sometido a diferentes intervenciones quirúrgicas, entre ellas una traqueotomía, sufriendo el 18 de junio una parada cardiorespiratoria y falleciendo finalmente la madrugada de este viernes, según han informado a Europa Press fuentes próximas a la familia.
El ahora fallecido recibió hace aproximadamente una semana la visita del alcalde hispalense, Juan Espadas, exponiendo fuentes cercanas a la familia que al margen de dicho “gesto”, ni la compañía aseguradora del Alcázar ni el Ayuntamiento como dueño del citado monumento se habrían hecho cargo aún de las responsabilidades civiles derivadas de la caída de la citada rama de gran tamaño, que afectó a ocho personas.
Una de las personas heridas en el accidente además de J.C.C., por cierto, fue su propia esposa, quien habría sufrido una fractura en uno de sus brazos y lesiones que requirieron puntos de sutura, si bien esta mujer ya estaría recuperada de tales lesiones.
Como consecuencia de la muerte de J.C.C., la familia de este hombre prevé promover una “reclamación extrajudicial” ante el Ayuntamiento a través de la compañía aseguradora del Alcázar, de la mano del despacho Avelino Abogados, así como ejercer las acciones legales que correspondan en todo momento.
Al respecto, el director general de Medio Ambiente, Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla, Adolfo Fernández, defendía que la rama del ejemplar de palo borracho que cayó afectando a J.C.C., su esposa y otras seis personas más que visitaban el monumento no estaba afectada por “pudriciones” y este árbol del patio del León del Alcázar había sido revisado el pasado 20 de abril, poco más de dos semanas antes del accidente.