De los baluartes donde se apoya toda economía, el crédito es el que está más cerca del ciudadano de a pie. Nuestras finanzas personales y las familiares se fortalecen al acceder a él, no solo por dar acceso para disfrutar de bienes y servicios sino que, además, en el crédito se produce un hecho que va más allá de lo económico, porque llega a fortalecer la peculiar sociabilidad humana. Las relaciones de crédito crean el compromiso del deudor de devolver lo recibido, y así surge la “confianza”. La confianza crece con nuestras finanzas y, posteriormente, puede ser la principal garantía de un crédito. No en balde la palabra crédito deriva del vocablo latino credititus, que significa precisamente “confianza”. Cada vez que hacemos un préstamo estamos activando un mecanismo que, si cumplimos a cabalidad los términos de su contrato, nos fortalece financiera y personalmente porque también ganamos la protección que da la confianza. Si de préstamos se trata, finguru.es es el comparador que te permite escoger la mejor opción entre las mejores plataformas financieras de España.
Los créditos sustentan la enorme gama de operaciones comerciales que se realizan en todo el mundo. Su importancia y difusión es muy antigua, se calcula que data del año 3.000 A.C. en Mesopotamia, por eso prácticamente existe desde que el hombre comercia, este origen implica una de las dinámicas mayores que empujan al ser humano en su evolución y perfeccionamiento económico y social.
Los beneficios del crédito se podrían calificar como una simbiosis, una asociación donde cada una de las partes saca provecho de tal alianza. Hay una doble utilidad que se da a la par con intereses diferentes. El mecanismo del crédito, para que enaltezca sus fines debe condicionarse, es por ello que cualquier acreedor, léase entidad crediticia, impone reglas que benefician y aseguran ambos extremos de esta ecuación. Este procedimiento es lo que el Banco de España llama “Préstamo Responsable” y que obliga a las corporaciones de crédito a evaluar, con mayor o menor rigor dependiendo de la entidad, nuestra solvencia y adecuación al préstamo.
Ahora bien, existen créditos para cada necesidad, los tipos son muy variables, pueden clasificarse por criterios diferentes ajustándose a las necesidades de cada quien. Por ejemplo, existen créditos en donde el criterio es la finalidad que persigue, el beneficio del cliente. Así encontraremos créditos al consumo, créditos de estudio, créditos hipotecarios, para PYMES, para emprendedores, para empresas, etc.
Podemos encontrar también créditos clasificados en criterios de duración del préstamo, en este caso tenemos: a corto plazo, mediano plazo y largo plazo. Los más solicitados en este momento, por lo rápido de sus trámites, son los prestamos online, estos productos tienen como ventaja que son más fáciles de obtener pero sus intereses son más altos, los montos de los préstamos son más bajos y están diseñados para resolver problemas financieros con rapidez.
Finalmente, siempre que vayamos a solicitar un crédito es necesario plantearse, sincera y racionalmente, lo siguiente: la cantidad a pedir, los tipos de interés a los cuales está sometido el crédito, la adecuación y la duración del crédito y, por último, si he de ser capaz de pagarlo. Si analizamos estas variables con bases sólidas, entonces el crédito nos beneficiará y reportará confianza ante nuestros acreedores.
Las cookies necesarias son absolutamente imprescindibles para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría sólo incluye cookies que garantizan las funcionalidades básicas y las características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.