Aceituna de mesa por excelencia. Poca cantidad. De tamaño grande, sólo superada por la gordal sevillana, tiene una piel dura y un sabor intenso y único. El hueso es alargado y puntiagudo. La carne no es abundante pero tampoco escasa. Apenas se usa como aceituna de mesa porque tiene poca resistencia al agua, apenas tres meses. Es por ello que las grandes comercializadoras no se decantan por este producto y no se suele encontrar en las estanterías, al menos fuera de la provincia de Jaén. Se ha convertido en la aceituna “premiun”. El precio es muy elevado, llegando a pagarse hasta doce euros el kilo aliñada. Sobre esto último, cuanto más natural y sencillo sea el aderezo mejor, para no enmascarar el sabor. A ser posible agua y sal. A lo sumo un chorreón del propio aceite cornezuelo si lo encontramos.
La aceituna de cornezuelo, el nombre probablemente le venga de su forma de cuerno, se ha revalorizado tanto que es objeto de robo en los olivares de Jaén. Hasta tal punto que muchos arboles de esta variedad tienen que ser plantados escondidos entre otros de picual. Se dan sobre todo en la provincia de Jaén, aunque también en menor medida en algunas provincias del Mediterráneo y de Extremadura.