La disfunción eréctil afecta casi al 20% de los varones españoles de entre 25 y 70 años. Un porcentaje más elevado de lo que se pudiera pensar y que probablemente sea aún mayor, pues los estudios no abarcan al total de la población masculina, solo a grupos de control. Los hábitos de vida, el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo, y alguna enfermedades cardiovasculares y metabólicas influyen en el desarrollo de la DE.
Debido a este alto porcentaje la industria farmacológica lleva años buscando una posible solución, que pareció encontrar con la aparición de la viagra. Ahora bien, este fármaco ha demostrado algunas contraindicaciones, por lo que ahora la ciencia se decanta por la terapia de inyecciones intracavernosas. Un método que consiste en inyectar un fármaco vasodilatador en el pene consiguiendo un notable incremento del flujo sanguíneo.
Con las inyecciones intracavernosas se consigue una erección a los 10 o 15 minutos del tratamiento. Dicha erección no necesita de estimulación sexual, pues se produce por vasodilatación. La dosis para alcanzar un resultado positivo, la decidirá el urólogo, así como el tipo de fármaco a inyectar. Durante la consulta se enseña al paciente a preparar e inyectarse el fármaco.
Cuándo se recomiendan
Los urólogos la consideran una herramienta diagnóstica para profundizar en el funcionamiento del pene. Las inyecciones intracavernosas permiten hacer un estudio vascular que aporta mucha información sobre el funcionamiento de las arterias y venas del pene. Esto permite saber si la DE es causada por falta de flujo de sangre arterial o por una oclusión venosa. Sabiendo esto, se puede tratar de manera más efectiva este problema sexual.
Las inyecciones pueden estar compuestas de uno o varios fármacos a la vez. Todo depende del criterio del urólogo y las características físicas y de salud de los pacientes. Los profesionales médicos determinarán cómo aumentar la potencia o evitar efectos secundarios en cada caso. Por lo cual, siempre conviene consultar con un profesional antes de decidir utilizar este método.
Por otro lado, las inyecciones intracavernosas se consideran un tratamiento de siguiente paso, es decir, se ofrecen cuando han fallado otros tratamientos. Por lo general, se ofrece a pacientes que no responden a los medicamentos vía oral o que no han obtenido resultados al hacer cambios en su estilo de vida, o han probado infructuosamente geles y otro tipo de tratamientos.
¿Es un tratamiento doloroso?
Algunos hombres temen ponerse una inyección en el pene. Sin embargo, es un tratamiento muy poco doloroso y muy eficaz. Los profesionales sanitarios son los que explicarán cómo debe inyectarse el medicamento en la base del pene para que se haga correctamente. Frente al miedo a la inyección está el alto porcentaje de éxito de la misma. Un 90% de hombres con problemas de erección responden positivamente a este tratamiento.
¿Cómo se ponen las inyecciones intracavernosas?
A la hora de inyectar el fármaco o combinados de fármacos, tanto el propio varón como su pareja pueden aprender a hacerlo en la consulta, siguiendo las instrucciones del urólogo. No obstante, en líneas generales, hay que aclarar que la inyección debe ponerse en la base del pene en cualquiera de los laterales, aplicando algo de presión durante unos segundos sobre el punto de punción para evitar la aparición de hematomas, como en cualquier otra punción.
¿Hay alternativas naturales efectivas para la DE?
Los más reacios a los medicamentos pensarán que alternativas naturales como el Ginseng, la Propioinil-L-Carnitina, el Ginkgo lo la Yohimbina son efectivos para tratar la disfunción eréctil. Si bien estos compuestos naturales pueden favorecer el flujo sanguíneo y aumentar de algún modo la libido, no se obtienen con ellos el éxito que refieren los pacientes que han utilizado las inyecciones intracavernosas.
Las alternativas naturales para la disfunción eréctil pueden ser un primer acercamiento para aquellos hombres con problemas de erección puntuales, que por motivos de estrés u otras causas más emocionales no necesiten de un tratamiento más serio. Pero quienes padecen esta dolencia de manera continuada, deben acudir a un profesional médico para una valoración y un tratamiento más efectivo.
Posibles efectos secundarios
Un posible efecto adverso de las inyecciones intracavernosas es que se produzca dolor en la erección en algunos casos aislados. No es un efecto secundario grave y remite al remitir la propia erección. Claro que, si no se administra la dosis adecuada, podría aparecer un caso de priapismo con una erección de más de 4 horas con dolor. Pero para evitarlo basta con seguir las instrucciones que haya dado el médico.
Por otro lado, los varones que por su condición médica estén tomando anticoagulantes no deberían recurrir a este tratamiento, a menos que un urólogo profesional, teniendo en cuenta su historia clínica, considere que puede recomendarlo. Como con todos los fármacos y medicamentos, lo importante es siempre consultar con los profesionales médicos antes de automedicarse. Esto se aplica a todo tipo de medicamentos y tratamientos como es lógico.