Había cumplido 92 años el pasado día 4 de febrero, pero arrastraba la vida desde que perdió a su mujer, María del Carmen Gil Otero, en agosto de 2019. Siguió entonces como pudo apoyado en su sólida formación cristiana, en la esperanza de la resurrección que le hacía presagiar su inquebrantable fe; pero también se retiró a una sufriente discreción y al silencio de los dolores que saben guardar los más educados que no quieren molestar a nadie. Finalmente, Otto Moeckel se ha ido en busca de su descanso eterno. 

Ha entrado en la historia de los suyos: ocho hijos (entre quienes se cuenta el famoso abogado Joaquín Moeckel), 19 nietos y 5 biznietos. Pero también ha entrado en la historia de los personajes inigualables de Sevilla y, desde luego, en la historia más grande de la Hermandad del Baratillo, de la que llegó a ser el hermano mayor que mereció la medalla de oro de la popular cofradía del Arenal.

Otto Moeckel Von Friess había nacido el 4 de febrero de 1929, cuando Sevilla estaba prácticamente en vísperas de celebrar su primera Exposición Universal. Pertenecía como hijo único a una familia de origen alemán que llegó a nuestra ciudad con el objetivo de dotarla de electricidad.

Sus ascendientes se identificaron tanto con Sevilla que a los nueve años Otto Moeckel ya era hermano del Baratillo. Lo ha sido todo en esa Hermandad a lo largo de más de 75 años. Todo, incluso uno de sus más relevantes y decisivos hermanos mayores.

Entre sus condecoraciones hay que resaltar, además de la citada medalla de oro del Baratillo, la medalla de Sevilla, la de plata de la Real Maestranza y la Pro Ecclessia et Pontífice que le concedió Benedicto XVI.

Hace justo un año, el 1 de marzo de 2020, vino a hacer su última aparición en un acto público cuando también recibió su hijo Joaquín la medalla de oro de la Hermandad del Baratillo. Fue en la Iglesia de la Caridad, con motivo de la Función Principal oficiada por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, que se dirigió a saludar a Otto Moeckel tras concluir la ceremonia religiosa que se celebró ante la Virgen de la Piedad y el Cristo de la Misericordia, trasladados hasta allí en andas. Posteriormente quiso Otto Moeckel acompañar a su hijo y a gran parte de su familia al almuerzo de Hermandad que tuvo lugar en el Casino de la Exposición.

Nuestra galería de imágenes queda aquí ofrecida como el documento sentimental y la emoción sentida hacia un hombre incomparable, de esos que dejan huella, de esos que en el caso de Sevilla han sido muchas veces y por su carácter y enorme personalidad la misma definición de una ciudad que es única porque ellos, como Otto Moeckel, la hicieron única. 

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