Las normas, diseñadas por la dirección de Sánchez en contacto con los territorios, introducen como principal novedad la obligación de consultar a las bases, con carácter vinculante, los acuerdos poselectorales del PSOE para formar gobiernos con otros partidos o para investir a un candidato que no sea socialista. Se aplicará tanto en el ámbito municipal, como en el autonómico y estatal. La Ejecutiva Federal podrá convocar las consultas que considere conveniente, vinculantes o meramente consultivas, sobre otras cuestiones trascendentes, al tiempo que se arroga la capacidad de vetar las que propongan las federaciones.
El militante gana poder con este reglamento pero no al nivel de lo prometido en el 39 Congreso de junio pasado que eligió a la actual cúpula del partido, encabezada por Sánchez. Aunque los afiliados podrán votar propuestas de candidatos para la composición de las listas electorales, los órganos de dirección seguirán teniendo la capacidad de modificarlas, aunque deberán justificar esos cambios.
Tampoco se concreta en las nuevas normas el compromiso asumido en la cita de junio de abrir el partido a los simpatizantes, más allá de garantizar su participación en las primarias para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno, como ya ocurría antes del 39 Congreso.
Los simpatizantes también podrán participar en primarias junto a los militantes para elegir a los candidatos a las presidencias autonómicas y a las alcaldías de más de 50.000 habitantes, pero sólo si lo pide la Ejecutiva autonómica, y Ferraz lo aprueba, o por decisión directa de la Ejecutiva Federal.
En la dirección del PSOE explican la dificultad y los problemas que generaría llevar a la práctica la literalidad de la resolución del 39 Congreso, que hablaba de que militantes y simpatizantes eligieran en primarias abiertas a todos los componentes de una lista electoral. En municipios pequeños, la inscripción de falsos simpatizantes podría utilizarse para influir en el resultado en detrimento de uno u otro candidato, por poner un ejemplo.
Las primarias se instauran de manera general para elegir candidatos en aquellos sitios donde no gobiernan los socialistas, mientras que se ponen condiciones muy exigentes para forzarlas en el caso de que un presidente autonómico o alcalde socialista aspire a la reelección.
Eso sí, la Ejecutiva Federal se reserva la posibilidad de suspender las primarias autonómicas o municipales, incluso aun habiendo sido convocadas, cuando las circunstancias políticas o el interés general del partido así lo aconsejen.
El reglamento incorpora asimismo otro instrumento que permitirá a Sánchez blindarse frente al Comité Federal, a pesar de que la composición actual de este órgano le favorece, con una mayoría de afines a su liderazgo. La nueva norma establece que sólo los militantes podrán hacer caer a un secretario general, puesto que son los afiliados los que lo eligen. Aunque una mayoría del Comité Federal podrá iniciar el proceso para revocar a un líder, éste no cesará hasta que los militantes así lo decidan en una consulta.
Además de la aprobación del reglamento, que incluye un código de conducta para cargos y afiliados del PSOE en las redes sociales, está previsto que el Comité Federal autorice a la Ejecutiva de Sánchez a acordar con los territorios calendarios singularizados, que se ajusten a sus intereses, para la celebración de las primarias de cara a las municipales y autonómicas de 2019.