El Ejecutivo comunitario había instado este lunes a las autoridades italianas y maltesas a que se coordinaran para decidir cuál es el puerto al que debía dirigirse el barco de rescate de personas en el Mediterráneo ‘Aquaris’, que se encuentra detenido desde este domingo en un punto situado a 35 millas náuticas de Italia y 27 de Malta por orden de la Guardia costera italiana, con más de cien menores a bordo y varias mujeres embarazadas.
“Lo primero (para la Comisión) es el imperativo humanitario, estamos hablando de seres humanos, incluidos menores. La prioridad de ambas autoridades (italiana y maltesa) debe ser que estas personas reciban la atención que necesitan”, ha asegurado en rueda de prensa el portavoz jefe de la Comisión, Margaritis Schinas.
Sánchez ha dado instrucciones para que España acoja el barco ‘Aquarius’, que navega con más de 600 inmigrantes y refugiados “abandonados a su suerte”, rescatados por MSF y Sos Mediterranée, cuya entrada a Italia ha sido impedida por el nuevo ministro del Interior, Matteo Salvini, mientras que las autoridades maltesas han argumentado que es responsabilidad de los italianos.
Bruselas ha recordado que “la Comisión no tiene competencia en la gestión de operaciones de rescate y búsqueda en el mar, ni de coordinación de las operaciones de rescate individuales”, ha dicho por su parte la portavoz comunitaria de Migración, Natasha Bertaud, que ha insistido en que la legislación internacional no determina qué país debe hacerse responsable del desembarco sino que “establece criterios” para orientar esta decisión.
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