Sevilla vuelve a echarse a la calle para pedir la dimisión del Gobierno

Ayer miércoles, cientos de personas se manifestaron de nuevo para pedir la dimisión del Gobierno. A las 20,00 horas acudieron a la cita en la Puerta de Jerez, para recorrer desde allí la Avenida de la Constitución, recalar en la Plaza Nueva ante el Ayuntamiento y finalizar en la Plaza de San Francisco, dirigiendo sus miradas al edificio de la antigua Juguetería Cuevas, esquina a la calle Hernando Colón, donde se desplegó una gigantesca colgadura con el rostro de Pedro Sánchez.

El Gobierno lo tiene bien difícil ante la opinión pública más generalizada, por más que Tezanos lo encumbre en su gestión publicando sondeos del CIS cuyos datos no son ya maquillados, sino pasados por chapa y pintura, un público y notorio descrédito del CIS al que el servil Tezanos ha llevado con sus increíbles y hasta divertidas trolas.

Al Gobierno le crecen las manifestaciones por toda España, imparables, lo mismo que si fueran hongos. Y ayer, de nuevo, en Sevilla.

Por más que la ultraizquierda persiga en su favor denunciar irregularidades en el discurrir de las manifestaciones en contra del Gobierno -cada vez más nutridas y en mayor número por todo el país-, lo cierto es que se llevan a cabo, como la de ayer tarde en Sevilla, con absoluta normalidad y cumplimiento de lo establecido en el estado de alarma.

Los cientos de manifestantes portaban banderas de España, se valían de diversos elementos -como cacerolas- para hacer ruido a su paso, y coreaban consignas que la megafonía iba marcando, sobre todo la reiterada petición de libertad y la exigencia de la dimisión del presidente Pedro Sánchez.

Caminaban pacíficamente, sin el más mínimo ejercicio de la violencia, acompañados de la canción de Lucía Gil dedicada al reencuentro de todos tras la cuarentena, además la emblemática “Libre”, del inolvidable Nino Bravo, con claras alusiones al comunismo: “Dicen que la alambrada sólo es un trozo de metal…”. Algunos manifestantes iban en bicicleta.

En la Plaza de San Francisco la manifestación llegó a su punto más álgido y emocionante cuando desde la azotea del alto edificio que fuera de la antigua Juguetería Cuevas se desplegó una gigantesca colgadura con el retrato de Sánchez, al estilo de la que todos habían visto hace unos días por la televisión, colgada desde otro edificio en el madrileño Paseo de la Habana. Se trataba de la idea realizada por Alvise Pérez, el prestigioso consultor y analista. Se encontraba ayer en Sevilla para la ocasión y él mismo ondeaba desde arriba del todo la enorme bandera de España que brindaba la buscada perspectiva con la Giralda asomada por la calle Hernando Colón, que nadie quería dejar de fotografiar con sus móviles y cámaras. Propiciaba la imagen inconfundible de Sevilla contra el Gobierno comunista.

Llegado un momento sonó de golpe e impresionando, desde un inmejorable equipo de voces, el himno de España, que los cientos de personas escucharon con sumo respeto, para acabar aplaudiéndolo. Y se cerró el acto con el popularísimo pasodoble “Y viva España”, en la clásica voz de Manolo Escobar.

La labor de la Policía Nacional pudo realizarse en un clima de mera vigilancia, sin ninguna intervención especial para corregir la conducta de los manifestantes.

 




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