El Ayuntamiento esgrimía motivos de movilidad y de estética, argumentando que durante el pasado mandato del alcalde popular Juan Ignacio Zoido, el espacio autorizado en la Campaña, la avenida y calle San Fernando para la instalación de veladores creció aproximadamente un 50 por ciento. En el caso de la plaza de la Campana, según el Gobierno local socialista, el espacio autorizado para la instalación de veladores pasó de 33 a 156 metros cuadrados.
Los dueños de la confitería La Campana, en ese sentido, vienen denunciando que se trata de un negocio con “132 años de historia” con un marcado carácter “artesanal” y “diferenciado”, reclamando algún tipo de “vía jurídica” que permita la restitución de su terraza de veladores, a cuenta de su papel como local “histórico”. La confitería, despojada de los veladores de su fachada, conserva no obstante los veladores correspondientes a la parte trasera de su edificio.
En respuesta a tales demandas, el pleno del Ayuntamiento de Sevilla acordaba poco después emprender una modificación de la ordenanza de veladores, para tener en consideración a los establecimientos de “reconocido carácter tradicional” a la hora de la “justificación” de las licencias.