En torno a un manifiesto titulado “Al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”, este colectivo aboga por “recuperar” para lo público los bienes de tal naturaleza inscritos a su favor en el Registro de la Propiedad “por la jerarquía de la Iglesia Católica, al amparo de la legislación franquista”. En este marco, los portavoces de la plataforma han recordado que “con estas inmatriculaciones, la jerarquía de la Iglesia Católica se ha apropiado de forma masiva y subrepticia de numerosos bienes públicos“, dándose la circunstancia además de que muchos de ellos han sido “reformados o rehabilitados con dinero público“.
Por eso, exigen a las instituciones los listados de bienes inmatriculados sin título de propiedad por la Iglesia Católica, apostando por la impugnación del procedimiento por ser “inconstitucional”. Y es que las administraciones tienen “el deber de conservar y proteger el patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España”.
Desde la plataforma recuerdan, por cierto, que el actual arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, era el responsable de Patrimonio de la Iglesia cuando el Gobierno del popular José María Aznar modificó la Ley Hipotecaria para “extender a los templos de culto la posibilidad de ser inmatriculados”.
Y no sólo eso, también denuncian que, al poco de ser nombrado arzobispo, Asenjo “inscribió en el Registro de la Propiedad la finca urbana formada la Catedral de Sevilla, la Giralda y el Patio de los Naranjos, unos espacios que siempre fueron públicos y de los que los sevillanos han podido disfrutar históricamente de manera gratuita. Pero ahora la Archidiócesis cobra por su acceso”.
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