Sabor a Sevilla

Foto: Manolo Manosalbas

En diversas ocasiones a lo largo de mi vida, he tenido que escuchar frases como que “en el Sur no sabéis comer”, “a los sevillanos os sacan del gazpacho y los aliños, y estáis perdidos”, y otras lindezas parecidas, por eso he asistido con orgullo y satisfacción a las diversas muestras de alimentos de la provincia que anualmente celebra en su patio la Diputación Provincial hispalense, y que han puesto en valor una amplia gama de muestras gastronómicas, desconocidas para muchos, menos para sus consumidores. 

Resulta llamativo que algunos de estos productos sean más apreciados fuera de los límites provinciales que en nuestra propia casa, y es por ello que me permito dar un breve repaso a algunos de los mismos exaltando sus cualidades.

Para abrir boca, nada mejor que unos frutos secos acompañados de un generoso oloroso como el Zamarrita de Bodegas Halcón, de Lebrija. Les recomiendo la almendra frita San Blas, de Alcalá de Guadaira. Para aquellos a quienes no les pueden faltar sus aceitunas, nada mejor que un plato de la variedad dulzal, que se cosecha en Arahal.

Aunque el pan es un elemento fundamental al servir la mesa, ya sabemos que los hay más paneros que otros, pero seguro que a todos les encantará acompañar sus platos con la chapata de flor de guisante de mariposa del mejor panadero del mundo en 2022, Domi Vélez, también lebrijano como el Zamarrita antes mencionado.

Eso sí, para acompañar algunos platos como la ensaladilla casera, nada mejor que los picos: ¡cómo se echan de menos cuando viajamos al extranjero! Y ahí, la panadería Obando es la que “parte la pana”, facturando más de cinco millones de euros al año, exportando a todo el mundo desde Utrera, el pueblo de la Virgen de Consolación.

Podemos presumir de platos muy sencillos pero irrepetibles en otras latitudes, y si no, que se lo digan a los cultivadores de tomates en Los Palacios – Villafranca, salpicados con un poquito de aceite de oliva, como el que se comercializa en la sierra norte (Guadalcanal), o en la sierra sur (Pedrera), modalidad AOVE ecológico. ¡Cuánto darían nuestros Erasmus y emigrantes por disfrutar de un buen plato, con su ajito picado, antes del almuerzo!

Para aquellos que no perdonan su cervecita antes de la comida, por favor, que no se pierdan la cerveza artesana Vandalia, también de Utrera. No hace falta viajar a Praga o a Múnich para tomar una buena cerveza, que aquí en Sevilla entendemos del género.

¡Cómo resistirse a un plato de chacina con queso una vez sentados a la mesa! En ambos casos hay donde elegir, porque son muchos los pueblos serranos que producen buena chacina, y no digamos los quesos, donde no hay dos iguales. Les recomiendo, sin temor a equivocarme el morcón, el chorizo, el salchichón y la morcilla elaborada en la empresa Reina de los Ángeles de El Real de la Jara, lindando con Huelva y Badajoz, y entre los quesos, me quedo con los de la quesería artesanal Quesos de Quesi, de Osuna (si van camino de Málaga  o Granada, aprovechen para comprar en su tienda abierta al público). 

Para los que prefieren el platito de jamón, les sugiero una buena pieza de Los Romeros, de Alanís, sierra norte, y para aquellos paladares que disfrutan del paté de oca, que no se pierdan probar el elaborado por Finca Dehesa Frías, de Constantina.

Como plato principal, sigamos la recomendación que nos apunta el refrán “De la mar el mero, y de la tierra el cordero”, y dejémonos seducir por una pierna de cordero ya asada de la empresa Corsevilla, de Cazalla de la Sierra, con la ventaja de que viene hecha, lista para calentar y consumir. Para maridar con este plato, como dirían los entendidos, nada mejor que regarlo con un buen vino tinto, como el Overo, de la bodega B. González Palacios, de Lebrija.

Para cerrar la comida con un buen postre, ¡qué quieren que les diga! Nuestra naranja modalidad Washington (la güachi de toda la vida) de La Algaba, no tiene parangón, pero como sé que se estila el dulce para terminar, ¿hay una sugerencia mejor que una yema de San Leandro?

Si son de los que gusta concluir la sesión gastronómica con una copa, hay dos propuestas: la de un vino espumoso como Umbretum, de Umbrete, elaborado en las bodegas de mi buen amigo Rafael Salado, y el cuba libre con ginebra, por descontado, la de Puerto de Indias, de Carmona.

Asumo el haber preterido muchos más sabores de los que he descrito, el espacio no da para más, pero sólo les pido una cosa: por favor, que no se diga con tono aflictivo como en aquella sevillana de 1972 de los Romeros de la Puebla: 

“…tiene que ser gente extraña la que venga a descubrir

las cosas que tiene España al pie del Guadalquivir”

disfrutemos de lo nuestro, que lo tenemos cerca y, en muchos casos, lo desconocemos.

Alberto Amador Tobaja: aapic1956@gmail.com




Share and Enjoy !

0Shares
0 0

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *