Radio Sevilla y “Capri c’est fini”

 

¡Cuántos sueños en aquella época, Manfredi, amigo! Cuando con los corazones henchidos de ilusión adolescente nos encaminamos hacia Radio Sevilla, para participar en un concurso de cantantes noveles, ¿te acuerdas?

Valientemente, bien apretados los pantalones de campana y sin apenas equipaje, subimos en Huelva al tren plateado de la mañana dispuestos a ejercer de alumnos privilegiados de Hervé Vilard. Tú, llevando bajo los brazos el borrador de las escalas y la letra de Capri c’est fini. Y yo, entre las cuerdas de mi guitarra, los acordes insistentes en re y en la de Mourir ou vivre.

Tuvimos tiempo de saborear los espacios inmensos y desgarrados de la Giralda. Nos adentramos, como gnomos, por entre las callejuelas adoquinadas, estrechas y enigmáticas del barrio de Santa Cruz. Adquirimos en «Casa Damas», ubicada entonces en la calle Sierpes, las partituras a piano de tu canción de oro. Y, por último, tomamos posada en un Hostal de categoría sito en la Avenida José Antonio Primo de Rivera , hoy denominada Avenida de la Constitución. Que estuvimos repasando nuestras canciones durante el resto de la tarde, pues a la mañana siguiente nos esperaba el mágico debut.

Y vino el debut. Y volvieron en sí los sueños, ¿lo recuerdas? En directo. En la sala recoleta de Radio Sevilla, repleta de chavalas y chavales y de familias enteras que no se perdían ni uno de aquellos domingos de las estrellas.

El escenario de tablas rancias, la menguada orquesta, el pianista de la pajarita blanca en un rincón haciéndote ademán porque viajabas hacia Capri… La palmadita del presentador sobre mi hombro, mi guitarra de cuerdas metalizadas… ¡Cómo nos temblaba todo en aquel estudio! ¡Y qué huérfanos nos sentíamos! Pero sonaron los aplausos, los aplausos… Y con ellos, el remolino de sueños hechos una hermosa complacencia. En aquella época, Manfredi, amigo.




 

 

Share and Enjoy !

0Shares
0 0

2 Comments

  1. Pepe Fuertes dice:

    Una preciosidad de artículo, en el que Jesús Conde hace sonar hasta el latido del bajo, como en “Cuore” de Rita Pavone, en aquella memorable canción del tiempo de las más grandes canciones, cuando se estaba creando lo que ahora se clona. Gracias.

    • Jesús Conde dice:

      Muchas gracias por su comentario, Pepe. Bueno, ahora se compone de otra manera. Pero es que aquellas canciones eran, simplemente, redondas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *