El pasado 11 de noviembre de 2019, dimitía el que, para mí, ha sido el mejor político que, de momento y a mi corta edad, he podido votar. De hecho, en 2015, Albert Rivera me hizo ver que, desde la política, uno puede cambiar las cosas. Rivera dimitía de forma honrada, tras perder el 60% de los votos, siguiendo los ideales y principios que han caracterizado a Ciudadanos durante mucho tiempo. Y con él, lo hacían José Manuel Villegas, Fran Hervías o Fernando de Páramo, entre otros. Dando una lección a aquellos que, apegados a un sillón, tanto en lo orgánico como en lo público, no tienen mira más allá de la política como forma de vida.

Ese mismo día, sobre las 18:30h., Inés Arrimadas, actual Presidenta de Ciudadanos, lanzaba un tweet que, haciendo referencia a Albert Rivera, decía: “Eres un orgullo y un referente para todo Cs”. Se ve que, en Alcalá 253, después de perder el 90% de los votos en la tierra donde nació Ciudadanos, se predica con el ejemplo, pero de boquilla…

Año 2015. Madrugada del 27 al 28 de septiembre. Ciudadanos lograba pasar de 9 a 25 escaños en el Parlamento de Cataluña. En aquella celebración, Inés Arrimadas dijo: “Con el resultado de hoy, Artur Más solo puede hacer una cosa: dimitir e irse a su casa”. Parece ser que perder cerca de 1 millón de votantes no es para dimitir y depurar responsabilidades…

Pero, seamos sinceros… ¿Qué se pretendía? ¿Conseguir un número de dos cifras como resultado? ¿Cómo, de qué manera?

¿Poniendo como Coordinador de Campaña a un hombre, Carlos Cuadrado, que en TODOS los Comités de Campaña que ha habido ha sido el Responsable de Finanzas?

¿Quitando a Lorena Roldán, candidata elegida por un 86% de la militancia, para poner A DEDO a Carlos Carrizosa?

¿Excluyendo baronías del proyecto, pero dando, por ejemplo, manga ancha a líderes autonómicos como Juan Marín para quitar y poner en puestos públicos y de confianza a afiliados que ni la votaron como Presidenta de Ciudadanos?

¿Poniendo a Marina Bravo, número 8 por Barcelona al Parlamento de Cataluña en 2017, como Secretaria General? 

¿Haciendo fichajes estrellas como el de Anna Grau para que, por ejemplo, Noemí de la Calle (afiliada de muchísimos años y Diputada en las últimas dos legislaturas) pase a ser la número 6 y, tras los resultados desastrosos, no sea Diputada en el Parlamento de Cataluña por la circunscripción de Barcelona?

Yo, como exafiliado de Ciudadanos, he apoyado públicamente a Inés Arrimadas cuando decidió dar el paso a liderar el proyecto. La voté. A ella y a todos sus compromisarios. Y lo hice porque creía que era lo mejor para un proyecto por el que, actualmente, estoy dejando de creer poco a poco.

Este no es el camino. Los afiliados lo saben. La Ejecutiva lo sabe. Y no seré yo quien le diga a Inés Arrimadas lo que tiene que hacer, pero yo, en su posición lo tendría bastante claro: ser leal a los principios y valores que, en su momento, me llevaron a militar en Ciudadanos.