Jamás pensé llegar a sentir un desprecio tan grande por alguien tan insignificante. Me destroza la paz interior y me acelera el pulso de tal forma que a veces soy incapaz de concentrarme. Pedro Sánchez: el personaje más nauseabundo de la actualidad, el energúmeno que permite que miles de mujeres de verdad, de las de ovario, útero y vagina innatas, mueran de cáncer metastásico por falta de dinero. Un tío que destina ese dinero a campañas promiscuas, inútiles y degradantes que alimentan la existencia innecesaria de cuatro niñatas amargadas, no merece estar donde está.

Las mujeres, las de verdad le importamos una mierda. Ese resentimiento hacia lo legal, lo cordial, lo tradicional… acabará pasándole factura. Esa bajada de pantalones ante el enemigo tirando por tierra lo que tanto costó en el pasado, como así lo atestiguan huérfanos, viudas, mutilados y padres que lloran ante la tumba de sus hijos llenos de metralla y de balas de 9mm. Esas manos sucias que firman acuerdos aún más sucios a escondidas para conseguir apoyos, poder y fama. Esa mentira en la que ha convertido la solemnidad de una Cámara donde antaño se sentaron valientes de verdad que hoy se revuelven en sus tumbas al ver a gentuza de la más baja calaña que masca chicle y vomita discursos infantiles, innecesarios y ridículos pisoteando la Constitución, la Democracia y la Libertad que les supuso el abrazo de una nación única como era España.

Ese andar chulesco, esa búsqueda incesante de su cara en el monitor, esa falsa humildad que ya no se cree nadie, ese tono de voz cansino, soporífero e insufrible… El despilfarro en suntuosidad, cateto y rastrero. Esa lucha incesante por ser alguien en un mundo exterior que lo ignora como se ignora a un exyerno en la cena de Navidad. Y ya que tanto le preocupa el qué dirán de generaciones venideras, yo, que siempre he presumido de tener una visión de futuro bastante certera, le explico: Serás el eslabón impuesto de una cadena de hechos vergonzantes. Serás un triste graffiti en un callejón oscuro y sin salida. Serás un “¿quién era ese?”. Serás un “ni idea”…

Te van a recordar una mierda…
Fdo: una mujer de verdad, madre de verdad y española de verdad.