NARCISO FRENTE AL ESPEJO Y EL HUTU POWER VASCO
Al subcomandante Iglesias es imposible tomárselo en serio. A quien lo convierte en su socio preferente, por ende, tampoco.
Acosado y rodeado por sus declaraciones del pasado sobre la casta, por la compra del chalé, por las “puertas giratorias”, por los sueldos de los políticos mientras la gente gana 1.000 euros y por toda la demagogia infinita e infantil que desplegó durante sus años de revolucionario de plastilina, el subcomandante se derrite como sirope al sol de las hemerotecas.
El marqués del FRAP ha sufrido la metamorfosis del insecto palo o de los cefálopodos más evolucionados del planeta, que cambian de color para adaptarse al entorno y pasar desapercibidos o escupen tinta para huir de sus perseguidores.
El chorreón de tinta en esta ocasión es contra el Rey de España, ante quien juró lealtad para cumplir y hacer cumplir las leyes y la Constitución, y ahora lo utiliza para desviar la atención de sus propios presuntos delitos y de su absoluta inmoralidad.
Puede que en la tarjeta de memoria de la Bouselham hubiese fotos como las de Olvido Hormigos y mensajes deplorables sobre alguna periodista, pero algo más debía contener la SIM que explique todo este contubernio de las cloacas podemitas como para encargarle semejante operativo mafioso a la empresa mexicana Neurona Consulting, que ahora tiene detenidos a varios de sus consultores en Bolivia por pagos procedentes del narco Evo Morales y con Juan Carlos Monedero en mitad de la partida.
A los secretos de Estado de los gastos del Falcon de su socio se ha sumado ahora lo de las maletas de Delcy a través de la T-4 y tendremos que atravesar una tundra de años de silencio antes de que desclasifiquen los papeles y las grabaciones obtenidas en la noche de autos.
Dentro de 50 años, un ministro de Interior nos contará que un tal Fernando Grande Marlaska, que le antecedió en el cargo, otorgó cobertura a una vergonzosa operación de desvío de fondos internacionales de una tiranía a la que las autoridades británicas se negaron a devolverle, por crímenes de Estado, los 500.000 millones en lingotes depositados en el Banco de Inglaterra.
Cada esfuerzo por ocultar lo ocurrido con la SIM o para esconder el contenido de las narcomaletas venezolanas es una confesión de parte, como todo en Sánchez y en su socio, que nunca mienten, lo que pasa es que hablan como Narciso, reflejándose en la lámina de agua del lago, con el efecto invertido de los espejos, y cuando niegan algo es al revés, lo confirman, y cuando afirman algo significa todo lo contrario.
A propósito de Marlaskadas, anteayer se cumplió el aniversario del secuestro de Miguel Ángel Blanco a manos del Hutu Power vasco y el más desvergonzado Sánchez hizo alarde con un tuit recordando la siniestra fecha.
Lo que no quiso recordar era lo que pedían los asesinos a cambio de la vida del concejal del PP: Marlaska cumple con las exigencias acercando a la reata de asesinos a sus casas y pone de rodillas a la democracia… Tal vez sea la querencia.
El País Vasco es una anomalía predemocrática y la sociedad más enferma de Europa, con mucha diferencia sobre el resto. Hay gente que se indigna cuando escribo o digo esto, pero nadie se atreve a decir el nombre de cuál sería la segunda, para compararla.
Ni Chechenia ni Irlanda del Norte le llegan al tobillo de su patología cuando la gente se pasea con la mente en blanco y la mayoría simula que no existe lo que ocurre en sus narices y votan a un PNV que zamarrea las nueces y que glorifica la memoria de un cavernícola (también para su tiempo) llamado Sabino Arana.
El PP, C’s y el PSOE no deberían olvidar que en esta campaña electoral los mítines de VOX han ejercido de “escudo social” frente a la kale borroka bilduetarra, lo cual les ha librado del escrache, el acoso y los apedreamientos que habrían sufrido ellos. La asimetría de las pedradas y de los insultos… y el silencio de los corderitos vascos que balan tras el cencerro tibio del más obtuso peneuvismo. El Hutu Power: sin miedo no hay paraíso.
Mientras tanto, a Pablo Igeishas le crecen los críos en la piscina del chalé, con las tatas dominicanas que le recomendó su ex amiga millonaria Carolina Bescansa y cercados por la Benemérita (para que no es escapen con las maletas del oprobio venezolano), pero también le crecen los enanos en ese circo ruso que tiene como tapadera de partido.
En el chalé de Galapagar se sirven ostras gallegas y mariscos finos, como corresponde a los sueldazos que acumula el tándem, pero en el partido se sirven pucherazos garbanceros, se abrasa a quien discrepa y se filetea al disidente.
Hace tanto calor que la comadreja asoma el rabo fuera de la madriguera y las Fiscalías de varios países continúan al acecho.
PS: Y C’s…, pensando en el bautizo.
He dicho.
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