Los agentes cubanos no se cortan la coleta

Grandioso Pablo Iglesias en el acto memorable de cortarse la coleta (es un decir) y bajar de la tribuna del Congreso para plantarse en mitad de la plazuela en la que se ubica su monosabio Echenique a aplaudir su despedida sin que hubiera nadie en la bancada del gobierno, que en ese mismo instante estaría celebrándolo en el bar.

Recibió los vítores sólo de aquellos a los que enchufó en un cargo y se marcha a configurar nuevas listas clientelares antes de que se acabe el carbón de la maquinaria. No se marcha, sino que pasa al mundo de “las sombras”.

¡Más madera!, gritan desde la caldera de vapor, y entonces recoloca en su entorno inmediato a otro trozo del harén de coleguitas (la hija de un antiguo pronazi) que alguna vez soportó el olor a calcetines sudorosos en su habitación de soltería y ensaya de nuevo con el gafe del ex Jemad de ZP que pagaba rescates a los asesinos somalíes y los dejaba escapar en sus lanchas de recreo armados hasta los dientes, al que ha presentado ya en listas de concejal, de diputado o de ministrable y jamás salió elegido ni para presidir una asociación de bomberos jubilados.

El batacazo electoral lo tiene casi asegurado y puede que Monedero le tenga que proveer de fondos bolivarianos y sobresueldos para pagar la hipoteca de Galapagar. Lo suyo será a partir de ahora el manejo en la oscuridad.

Iglesias ha optado por el papel áulico de Alfonso Guerra, que estuvo de oyente, según decía, en el Consejo de Ministros, pero impartía doctrina desde la fila de atrás, asistía a las comuniones y bautizos de los militantes y controlaba a las bases con la ayuda de los listeros y capataces que le llevaban la contabilidad de los leales y los traidores en las gañanías del menudeo electoral, como un Don Corleone vallecano que eligiese con el dedo a los agraciados en la pedrea de millones del Estado.

Ni siquiera la obscenidad de contemplar a un ex ministro y ex presidente del Congreso instalado en la República Dominicana como un marajá de Kapurtala, rodeado de mulatos y cuentas “off-shore”, logra que el votante medio socialista abra los ojos ante el continuo despliegue de demagogia feroz de un PSOE que aspira al último saqueo por si le toca desaparecer en el husillo de la historia.

Tengo para mí que Sánchez es consciente de que se encuentra en el último peldaño y que podría diluirse como lágrimas en la lluvia en un batiburrillo de acrósticos y siglas que originarían un nuevo mapa de alianzas imposibles que van desde la CUP y Bildu a los restos del naufragio de Inés Arrimadas, puede que el personaje político más suicida del panorama español en los últimos 200 años.

Lo de C’s y Arrimadas ha sido como dejarle en herencia las acciones de Inditex a Gabriel Rufián, que le duraría la empresa menos de un ejercicio antes de declarar el concurso de acreedores y la bancarrota. De la barcaza de C’s al PP huyó el muy desleal y filibustero Fran Hervías con sus libretas y agendas bajo el brazo, que no es el caso del gran Toni Cantó, que se arroja al mar proceloso en las listas de Ayuso como independiente o como un balsero cubano perseguido por los tiburones y por el tiroteo infame de una izquierda temblorosa que no soporta la pujanza de la capital de España.

Cayetana Álvarez de Toledo ha saludado con alborozo el desembarco de Cantó en las costas del PP, a sabiendas de que llegan refuerzos al bloque que ella defiende y al que Teodoro García Egea pretende identificar con un flanco diestro del partido que no es verdad, porque la diferencia entre lo que defienden CAT y TGE se basa en la indefinición y el pasteleo del campeón de lanzamiento de huesos de aceituna en la llamada “batalla cultural”, donde éste se pone de perfil como la efigie de una moneda, frente a la beligerancia firme en la “batalla de las ideas” y de los valores de la democracia moderna de la madrileña recriada en Argentina.

Esta misma semana el diario ABC revelaba la infiltración por agentes cubanos de las bases de partidos como la CUP o el nacionalismo vasco, algo a lo que casi nadie desea prestar la atención que merece. Hace menos de un año, el pasado verano, anunciaron la llegada de un grupo de ‘médicos’ de la isla, tanto a España como a Italia, para unirse a la lucha contra la pandemia y nadie debería dudar de que eran parte de los mismos operativos de la Inteligencia cubana desplegados en su día en Venezuela.

Desde la llegada en enero de 2018 como embajador de Cuba a nuestro país de Gustavo Machín, expulsado en 2002 de los EE.UU. como persona non grata por espionaje cuando desempeñaba como primer secretario de la Oficina de Intereses en Washington DC, “Tavito”, apodado como su padre y del mismo nombre, que fue un guerrillero emboscado y muerto en Bolivia junto a Ernesto Ché Guevara, que luchó a su lado en el Escambray y participó en el asalto al tren de Santa Clara, la turba de agentes caribeños que han ido tomando posiciones no ha cesado.

Aquel mismo año 2018, Pedro Sánchez voló a La Habana por primera vez y, un año más tarde, en noviembre de 2019, el Rey fue obligado a viajar a Cuba justo durante la jornada electoral con la excusa de asistir a los actos por el V Centenario de la fundación de la capital cubana y, aprovechando su ausencia, Sánchez, con unos resultados exiguos y claramente insuficientes, anunció que formaría gobierno con Pablo Iglesias y los suyos, cuando ni siquiera se había producido la proclamación de los resultados oficiales ni tampoco el Rey le había encargado formar gobierno como exige la Constitución. Nada era casual y suponía bastante más que saltarse un mero formalismo.

Se va a librar un nuevo asalto, que no es sólo el combate electoral por la capital de España, sino el desarrollo de una operación a gran escala de desestabilización de la democracia con la ayuda de la red de agentes y activistas infiltrados del castrismo. No digan que no estaban avisados.

He dicho.




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7 Comments

  1. […] Origen: Los agentes cubanos no se cortan la coleta – SevillaInfo […]

  2. idd00jea dice:

    ¡¡¡¡Muy buen artículo!!!!

  3. UJulio0 Soto Angurel dice:

    El autor no comprende de que se trata todo esto,.
    La actividad de los agentes castristas no es para desestabilizar la democracia. No lo es. No lo es. Repito, no lo es para desestabilizar.
    De lo que se trata es de tomar el poder en Las Españas y no soltarlo jamás. Se trata de la toma del poder y, por nuestra experiencia se trata de liquidar físicamente, de matar, de ejecutar a todos aquellos que no convengan políticamente.

    • José Mª Arenzana dice:

      De una cosa deriva la otra. Gracias por su comentario.

    • Luife Galeano dice:

      Vamos a ver, amigo. ¿No desestabilizar la democracia o no crear turbulencia social? Si toman el poder ya puede usted despedirse de la democracia. Eso sí, ante la resistencia que tengan contra la toma pacífica y subrepticia del poder, comenzarán con los disturbios y, no le quede el menor atisbo de duda, dirán que es culpa de la ‘extrema derecha’. Usted no vive en España, ¿verdad?

  4. Victor Fernandez dice:

    Excelente análisis. “Guerra avisada, no mata soldados”, dice la sabiduría popular. España se está jugando el tipo con la tibieza con qje está tratando la infiltración de la contrainteligencia cubana en su papel desestabilizador de la política en este país.

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