Desde tiempos remotos
la poesía estuvo
recorriendo mi conciencia
para seducirme
y embriagarme hasta la médula.Era solo una chiquilla
cuando caí presa de sus encantos,
sabía que era el amor de mi vida
y no el capricho de mis pocos años.La poesía es como la vida;
no se piensa, se siente,
se vive, se respira,
se transmite…Las palabra se hilaron
en mis sueños adolescentes,
en mil colores se enredaron
en medio de tanta gente.Mi alma desnudó sus temores,
fundimos nuestros cuerpos
y a mi piel le nacieron flores.A veces, la poesía, como la vida
se queda atrapada en un estanque,
hasta que llega la lluvia y el viento
y la invitan a aventurarse
para llevarla a buen puerto.En otras ocasiones
la poesía, surge a borbotones
como un río imparable y desbordado,
tomo mi pluma y escribo
hasta que siento fuego en las manos.Luego llega la calma,
el dulce sosiego
y descansa mi alma
provocando en mi un placer inmenso.No escribo para alcanzar la gloria,
escribo para tocarte el corazón,
para mantenerme viva en tu memoria
y cuando estoy a una caricia
de alcanzar todos mis sueños
se estrellan todos sin tu saberlo.
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