La Gufi que casi todos merecemos

La hermana de Kuki, Luisa Mari, ha vuelto. Se fue a “servir”, como dice aún su madre, desde su barrio Macareno de toda la vida, por mucho que mi Kuki se la dé de la pata del Cid.

Pues bien, ha vuelto. De Barcelona. Si es ahora más o menos independentista que el hermano de carne y hueso de Peppa Pig Junqueras es otra historia, igual que los castellanos y extremeños que emigraron al País Vasco y cuyos hijos, no sólo tienen nombres vascuences, sino que también son los más aberchales.

Luisa Mari ha estado en una casa anglo- catalana, de un productor de discos y tal, pareja de una tratante de arte que trabaja, entre otros, con la nuerísima de Tita Thyssen y con sus obras; deseando colarle, entre horquilla y horquilla del moño, algún esperpento de cuadro a la suegra, a ver si la mete en el Thyssejaaaaaaaaaaaaaaa ja ja ja ja ja ja.

El caso es que, como en aquel anuncio de antaño, vuelve por Navidad a casa de sus progenitores. A su tercero sin ascensor con su portal con de carritos de bebé llenos de migas de pan y de gusanitos de maíz de los vecinos. Con sus paredes bien encaladas, brasero de picón con papel de aluminio sobre los ciscos, y contraventana de metal; que lo mismo te quita el frío que el sol, según se necesite.

Una fiesta de bienvenida con empanadillas caseras, tortilla de patatas, choricitos a la brasa, ensaladilla rusa, filetes empanados, pollo asado y su mijita de queso y de jamón de la Charcutería Pepe, que es de plena confianza. Una alegría, lo mejor de la casa para celebrar su vuelta. Ella, emocionada, a la vez que engreída o “superiorizada” por tantos halagos, contando a todos cómo es la vida en “Barna”: “Todo es súper cool”, “Mi boss trabaja muchísimo, así que estoy en casa “de lo last”; he aprendido mucho de paintings, y de class y charme: porque claro, my boss no se relaciona con cualquiera, eso sería muy down down down para su carrera”. “Estoy súper happy porque quieren que me quede con ellos forever!”

Pero bueno, contadme vosotros, how are you? ¿Qué tal la yaya? ¿Y la Toni? ¿Y la Kuki? ¿Sigue de amiga con la Chonil? (recuerden que en ese idioma que se habla en la provincia de Tabarnia, se antepone el artículo determinado al nombre propio antes de nombrar a alguien, exactamente lo mismo que, cada vez que yo, siendo infanta lo hacía, mi madre no me decía nada, sólo había de mirarme y ya me daba yo por abofeteada)

¿Eh? ¿Y la Loli? ¿Se casó con el Julio?…

Ojipláticos todos, el patriarca amenazó con levantarse de sillón, tras atizar el cisco badila en mano, y le increpó:

  • ¡Tseh! ¡Luisa Mari!, ¿no me preguntas por la Gufi?”
  • Uy papa, ¿por quién?
  • Por la Gufi, ¿No me preguntas por la Gufi?”
  • No me acuerdo daddy, sorry debe de ser el cansancio, ¿quién es la Gufi?”
  • ¿Que quién es la Gufi? ¿¿¿Que quién es la Gufi??? La Gufitá que te viámeté en toalacara como sigas diciendo gilipolleces”

No se rían y piensen un poco, que seguro hay una Luisa Mari en su vida, si no de Barcelona, de los que vienen sin saber hablar español porque se han pasado tres días en Londres y dicen que sueñan en inglés.

¡Ah! Y HAPPY NEW YEAR!




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