Así es como se me enseñó a felicitar a mis amigos y familiares más allegados en estos días tan especiales. Y aún continúo haciéndolo de la misma manera sin esperar ya que se me responda igual. Los que me quieren enviar sus felicitaciones lo hacen a través del famoso “Whatsapp” o del audio. Bueno, no deja de tener su pequeño encanto: esos emoticonos, esos vídeos prefabricados de origen americano…

Pero no es lo mismo. Y no me incomodo por ello, que conste. Es más, a algunos les pago con la misma moneda. Antes, hace ya algunos años, un servidor enviaba por estas fechas alrededor de las veinticinco tarjetas navideñas a diferentes ciudades españolas. Hoy, ayer mismo, envié tan solo tres. Y solamente espero la misma respuesta de una de ellas. Una me llama por teléfono, y el otro ya me contestó con un vídeo casero.

Cosas de la vida, qué le vamos a hacer. Contra el transcurrir del tiempo y sus cambios no hay quien pueda. Mas yo sigo en mis trece. A mí, y mientras me responda la azotea, no hay quien me quite lo que aprendí de mis padres cuando era un estudiante aplicado y con notas de 10. Así que desde esta hermosa tribuna que me brinda sevillainfo.es, quiero felicitar a todos como lo hacía en otra época y como lo sigo haciendo en la que estamos: ¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!