Convénzanse… No vamos a morir todos, pero van (¿vamos?) a morir muchos miles más y la epidemia ya no hay quien la pare. Ahora sólo consiste en tratar a los que enfermen por el contagio y procurar a toda costa que los servicios sanitarios no colapsen durante esta crisis, ya sea por exceso de enfermos a un tiempo y/o por falta de personal sanitario que se haya contagiado: o sea, hay que intentar minimizar en ese aspecto las consecuencias.
De ahí en adelante, sólo queda incorporar el covid19 como ‘una gripe más’ (tal vez más grave y a expensas de sus futuras mutaciones) en el catálogo de enfermedades que va a padecer la sociedad masivamente en el futuro inmediato, al menos hasta que aparezca una vacuna que aún tardará un año y veremos con qué rango de eficacia.
No se hagan muchas ilusiones respecto de las posibles nuevas medidas que el Gobierno de España pueda adoptar en relación con la epidemia, les ruego. La epidemia, creo que se entiende lo que digo, ya está instalada y sólo cabe inmunizarse poco a poco y con un coste que será muy alto en vidas. Mañana en este mismo sitio trataré de desgranarles en qué consistieron los novedosos y eficaces sistemas para controlarla, cuando era tiempo de ello, en lugares como Corea y Singapur.
Nuestro Gobierno, con más tiempo por delante y más avisos de que nos llegaría esto, han sido incapaces de nada más en un alarde de abotargamiento insoportable, embadurnados como estaban por una ristra de intangibles del tipo preadolescente, como su lucha contra los piropos, la memoria histórica, el cambio climático y todas esas etéreas cosas.
Atorados de tanta miseria ideologizante, el Gobierno no tuvo los reflejos ni la previsión de incorporar a su agenda los problemas “reales de la realidad”, de modo que nos ha pasado por encima un phantom a toda velocidad con su estampido de Mach-2 que los dejó a ellos sordos y a todos nosotros anonadados y ahora arrasados por las consecuencias. Esto va a ser duro y sólo queda pelear. Mucho ánimo. Nos va a hacer falta a todos.
Pero si ya no tiene mucho arreglo el aspecto de salud, como he enunciado, en esta equívoca toma de decisiones estamos dejando morir (es un hecho) nuestra economía y eso afectará a los vivos y a los contagiados que superaron la enfermedad, no a los muertos.
Si no quieren ver responsabilidad política en todo lo que ha sucedido y sigue sucediendo, allá ellos. Pero cuanto antes sepamos la verdad, mejor adaptados estaremos para asumir las consecuencias de la que tenemos encima.
Después de esto, si alguien vota a un político como este Sánchez, o al propio Sánchez, sólo podremos concluir que se trata de un patán y un majadero, no por sesgo ideológico, sino por el coste abrumador y por las consecuencias de su imprevisión e inobservancia. Por su nula gestión y por sus mentiras.
Y aún puede empeorarlo, conste. Lo está haciendo.
He dicho.