Es el adjetivo coloquial con el que se le está conociendo en su “propiedad” oficial de la Macarena, en donde los votantes sociatas acumulan mayoría, según determinadas encuestas. Y se empieza a llamarle de esta manera, porque su proceder para con el distrito en cuestión, venido a menos cada año que pasa, es de una jactancia o arrogancia insultantes y que se definen perfectamente como chulería.
Absolutamente todos los días, durante mis paseos matinales o vespertinos, tengo que oír en boca de algún vecino que la inmundicia y la delincuencia que invaden el barrio “es culpa exclusiva del alcalde que tenemos”. Y en su figura se cagan de unas cuantas formas diferentes, no digo más. Así que será mejor que vaya tomando nota, que el goteo de descontentos con su gestión no cesa.
Podría comenzar enviando a su casa, del tirón, sin que obtenga otras responsabilidades administrativas, a la señora o señorita que maneja LIPASAM, ¿no les parece, amigos lectores? Creo que a lo largo de estos años esta persona ha demostrado sobradamente su ineptitud para el cargo. No lo sugiero yo. Lo demanda la suciedad constante y manifiesta de muchas aceras y vías urbanas, la acumulación exagerada de bolsas de basura y enseres varios alrededor de los contenedores, la escasez de plantilla obviando la sangrante cifra de parados que ostenta la ciudad, etcétera, etcétera, etcétera.
Tendría que ponerse las pilas en lo que respecta al arboricidio que se viene cometiendo en esta urbe dorada y que parece desconocer a medias o completamente. En Sevilla, para que lo sepa, y si todavía no le entró en la cabeza al edil mayor, el verde debe prevalecer sobre el cemento. Es lo que más valoran los turistas y lo que más desea el sevillano. Un arbolado, bien dispuesto y bien cuidado es, sin duda, garantía de bienestar y de éxito cara al turismo.
Y para medio terminar, no puedo sino lamentar la falta de valor del menda por no atreverse, de una puñetera vez, a quitarse de encima el estigma de tener entre sus cuentas a los dos barrios más pobres de España: El Polígono Sur y Los Pajaritos… Y es que en este asunto con el buenismo no basta, querido amigo ¿Y nos dice que quiere ser el presidente de la Junta de Andalucía? (Permítanme que me ría a mandíbula batiente) Que se conforme, por ahora, con seguir hablando y obrando como lo viene haciendo desde antaño, que los vecinos de esta numerosa y significativa demarcación lo calaron y le llaman ya “el chuleta”.
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