El próximo 19 de Junio, Andalucía, la región más importante de España, afrontará la celebración de unas elecciones autonómicas, en las que decidirá no sólo la composición de un Parlamento y Gobierno, sino de una manera decisiva confirmara si acepta la transformación socio política iniciada por su actual presidente Juan Manuel Moreno, con una manera de hacer política concentrada en el beneficio y la prosperidad que supone el hecho de ser andaluz, después de romper con el anquilosamiento, resignación, y la “política de cortijo” que sufrió la comunidad autónoma durante los 37 años de mandato socialista.
Andalucía, la región más importante de España por número de habitantes, dice en su Génesis Autonómica que con su bandera blanca y verde, vuelve tras siglos de guerra a decir Paz y Esperanza, bajo el sol de nuestra tierra. También sigue expresando en su himno que los andaluces, queremos volver a ser lo que fuimos, Hombres de luz que a los hombres, alma de hombre le dimos.
Estas palabras que en sí mismas son la esencia de Andalucía, han sido el eje del trabajo del presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, quien hace tres años y medio, de manera inesperada para muchos, pero como última oportunidad de acabar con un estilo de hacer política, de una resignación colectiva de encadenamiento a la corrupción y a una gestión de clientelismo partidista, rompió moldes, ofreciendo a sus conciudadanos ilusión, esperanza, gestión basada en la búsqueda de prosperidad y sobre todo cambiar esa autoestima de los andaluces desde el conformismo y la auto flagelación por ser los últimos en casi todo, a una mentalidad de competitividad, de liderazgo, de perspectivas de futuro y sobre todo, de volver a ser aquello que realmente merece por su historia y su gente, la impulsora de la fortaleza de España, gracias a sus capacidades humanas y económicas.
En estos tres años y medio, no exento de dificultades, derivadas de la reconstrucción de Andalucía, la Pandemia y las crisis añadidas que han generado estos acontecimientos, Juan Manuel Moreno ha conseguido hacer una gestión en la que la mejora económica ha sido el eje, obteniendo superávit en los proyectos económicos diseñados desde la Junta, de la mano de su Consejero de economía y hacienda Juan Bravo, reducir una administración mastodóntica e ineficaz al servicio de unos pocos, en un engranaje de beneficio, agilidad y eficacia para la sociedad en la que ha unido los objetivos de todo el territorio para un objetivo común, la prosperidad.
Pero sobre todo, Juan Manuel Moreno, ha luchado y ha conseguido algo decisivo e imprescindible en toda transformación política y económica como es el hecho de que los ciudadanos andaluces hayan comenzado a respetarse a sí mismos y a ser respetados por los demás, gracias a los resultados de su trabajo, de la verdadera demostración de sus capacidades y de la patente ansia y necesidad de saberse líderes en el conjunto de España.
Se puede decir sin lugar a dudas que el actual presidente y gobierno de la Junta, ha conseguido parte de su objetivo de transformación de Andalucía, pero todo este inmenso trabajo y proyecto, no ha sido más que la primera parte de un camino que Andalucía debe continuar en los próximos años, para consolidar su fuerza, para reforzar todos los planes iniciados en la transformación de la región más decisiva para el futuro de España y también para que sus ciudadanos, se sientan lo que son HOMBRES DE LUZ, QUE A LOS HOMBRES ALMA DE HOMBRES LES DIMOS.
Además, estas elecciones, van a tener un protagonismo decisivo en el conjunto de España, porque pueden suponer el escaparate de una manera de hacer política en el conjunto del Estado, puesto que tanto la manera de gestión política y económica desde planteamientos del centro derecha, tienen como parte de su modelo el estilo andaluz desarrollado por Juan Manuel Moreno, desde una sensata centralidad, alejado de siglas en beneficio de los ciudadanos y con la necesidad y capacidad de diálogo que se precisa en unos momentos de crisis e incertidumbre, no sólo respecto a lo económico sino que también en cuanto a los valores democráticos por los que nos debemos regir en el futuro para que la transformación necesaria ponga a la sociedad española en el lugar que merece, fuera de maneras de actuar caudillistas o populistas.
En definitiva, el 19 de Junio, será en esta ocasión una fecha distinta en la que a pesar de la confrontación de partidos e ideas, Andalucía acogerá con ilusión y esperanza sus resultados porque es su hora, su momento, es una parada de repostaje en el camino de la transformación, porque ese liderazgo está ahí, esa ilusión es imparable y las capacidades de sus ciudadanos, exigen una continuidad que borre de la memoria colectiva, 37 años de castigo social y económico, el despotismo cortijero y discriminado que frena la prosperidad de una sociedad que merece lo que es, el motor que impulsará el cambio en España.
Así que ANDALUCES, LEVANTAOS, PEDID TIERRA Y LIBERTAD. SEA POR ANDALUCÍA LIBRE, ESPAÑA Y LA HUMANIDAD.