El argentino ha fichado por el Gernika vasco de la Liga Heineken, mientras el neozelandés volverá a la disciplina del Kalamunda, en Australia

Tras seis meses en Sevilla, los jugadores Matías Frutos y Natu Apineru, que llegaron a la capital hispalense para ayudar al Ciencias a regresar la División de Honor española junto al ítalo-argentino Gonzalo Padró, han puesto fin a su estancia en la capital hispalense y han regresado a sus respectivas casas, en Argentina y Nueva Zelanda, respectivamente. Ambos no pudieron cumplir el objetivo con el Ciencias Rugby de ascender a la División de Honor española, que cayó eliminado en la fase final del play off, primero frente a Aparejadores de Burgos y después en la promoción ante los guipuzcoanos de Hernani a finales del pasado mes de mayo. Sin embargo, sí que ayudaron activamente al equipo en la conquista del campeonato -División de Honor B-, eludiendo la derrota durante toda la segunda vuelta.

El apertura argentino de 24 años cambia el rugby sevillano por el vasco y jugará la próxima temporada en las filas del Bizkaia Gernika en la Liga Heineken, máxima competición de este deporte a nivel nacional. Matías fichó por el Ciencias el pasado mes de diciembre y, sin duda alguna, fue uno de los jugadores más sobresalientes del conjunto blanquiazul en la segunda vuelta de la competición. Su adaptación fue muy rápida y encajó a la perfección en el sistema de juego de Manolo Mazo, quien lo hizo debutar ante Liceo Francés en el primer partido del año. Aterrizó en el equipo científico procedente del Duendes, de Rosario -equipo de gran nivel de la Primera División argentina-. Desde su llegada, jugó como titular en 16 partidos consecutivos entre la Liga y los encuentros de play off, en los que anotó cinco ensayos, repartidos entre competición regular (3) y la promoción por el ascenso (2). No obstante, su mejor faceta la demostró en la solvencia a palos con un total de 41 transformaciones y 26 golpes de castigo, además de un drop.

Por su parte, el neozelandés, también de 24 años, se unió a los albiazules para reforzar el ala y ayudar también como segundo centro, gracias a su rapidez y habilidad para la evasión. Un par de lesiones le evitaron disputar todos los encuentros posibles de la segunda parte del torneo, algo que no empañó en absoluto el acierto del Ciencias en su fichaje, pues aportó con creces en cada una de sus intervenciones. Después de sus breves vacaciones, se reencontrará con sus antiguos compañeros de Kalamunda, equipo australiano del que ya formó parte con 19 años. Durante su etapa en Australia, jugó también en la franquicia Perth Spirit de la NRC en 2015 y, un año después, en las filas del Wannero Rugby, de la Primera Liga de clubes de Perth, en la Western Union.

EN IMÁGENES ESTA TEMPORADA

Matías Frutos

Natu Apineru