Este jueves 26 de abril se cumplen justo cuatro años del último descenso del Real Betis a Segunda división, consumado antes de jugar el partido Real Betis – Real Sociedad de la 35ª jornada de Liga, que ganaron los donostiarras 0-1, con gol de Carlos Vela, el día que debutó Dani Ceballos con el primer equipo, que hoy se ha congratulado de ellos a través de las redes sociales. Desde ese día el Real Betis ha tenido tres presidentes –Manuel Domínguez Platas, Juan Carlos Ollero y Ángel Haro-, ocho entrenadores –Calderón, Velázquez, Merino, Mel, Poyet, Víctor, Alexis y Setién– y cuatro responsables de la dirección deportiva –Alexis, Maciá, Torrecilla y Serra-. El lunes puede certificar el Betis de nuevo su clasificación para competiciones europeas.
Esa temporada 2013/14, con el equipo participando en competición europea, empezó entrenando al Real Betis Pepe Mel, suplido por Juan Carlos Garrido y este a su vez por Gabriel Humberto Calderón. Esa campaña, con el club inmerso en administración concursal y judicial, fue una de las más convulsas de la historia, pues aparte de tres entrenadores hubo dos presidentes al frente de la entidad –Miguel Guillén y Manuel Domínguez Platas-, dos administradores judiciales –José Antonio Bosch y Francisco Estepa– y una dirección deportiva descabezada por la destitución también de Vlada Stosic en diciembre de 2013.
Domínguez Platas dio paso a Juan Carlos Ollero como presidente en noviembre de 2014 y antes del verano, en mayo, llegó al club Alexis Trujillo -como avanzadilla de Lorenzo Serra– para hacerse cargo de la dirección deportiva, aunque finalmente el balear no llegó a desembarcar por sus vinculaciones accionariales con el Mallorca, que resolvió ese mismo verano, y por decisión del administrador judicial, Francisco Estepa. Julio Velázquez fue fichado como entrenador, aunque a finales de noviembre -con el equipo sexto, a ocho puntos de la zona de ascenso directo- fue sustituido primero por Merino y luego por Pepe Mel, que certificó el ascenso dos jornadas antes del final, el 24 de mayo de 2015 al ganar 3-0 al Alcorcón.
Para la temporada 2015/16 la directiva que presidía Juan Carlos Ollero -se mantuvo en el cargo tras la histórica junta del 23-S de 2015 ganada por ‘Ahora Betis Ahora’ por escasísimo margen-, de la que ya formaban parte José Miguel López Catalán, quien accedió al consejo tras el descenso, y Ángel Haro, que lo hizo en noviembre de 2014, a la vez que Ollero, fichó a Eduardo Maciá como director deportivo y mantuvo a Pepe Mel en el banquillo, aunque tras una pésima racha de resultados (4 derrotas seguidas y 8 partidos sin ganar) fue suplido por Juan Merino, que se hizo cargo del equipo 15º y lo dejó finalmente 10º, salvado prácticamente desde la jornada 32ª (nueve puntos sobre el 17º), aunque no fue matemático hasta la 37ª en Ipurua.
El relevo en el banquillo se produjo en enero y en febrero dimitió Juan Carlos Ollero por desavenencias internas, especialmente provocadas por los representantes de BxV en el consejo –Rafael Salas y Adrián Fernández-Romero– y las negociaciones mantenidas por Ollero con Lopera para tratar de llegar a un pacto que trajera la paz social.
En febrero de 2016, Ángel Haro se hacía cargo de la presidencia del club y junto a José Miguel López Catalán era nombrado consejero delegado. Ambos se dispusieron a poner en marcha el decálogo de ‘Ahora Betis Ahora’ con el que recibieron el respaldo masivo de los béticos en la junta del 23-S y que el próximo lunes -si el equipo asegura la séptima plaza- se verá finalmente cumplido en todos sus puntos, pues era el único que faltaba.
Pese a que el equipo acabó décimo en la 2015/16, Haro y Catalán decidieron prescindir de Maciá y Merino e iniciaron un nuevo proyecto de la mano de Miguel Torrecilla y Gustavo Poyet, que apenas duró once jornadas en el banquillo. Con su sustituto, Víctor Sánchez del Amo, las cosas no fueron mucho mejor, y aunque el equipo no corrió nunca peligro de descenso, acabó la Liga 2016/17 decimoquinto, muy lejos de lo esperado, y los dos últimos partidos dirigidos por Alexis Trujillo. Esa Feria de 2017 no la pisaron los béticos, pues Haro y Catalán estaban preparando su gran golpe de efecto, el fichaje de Lorenzo Serra Ferrer, anunciado el 10 de mayo de 2017, el mismo día que Rafael Salas acudía a las oficinas del Benito Villamarín con el 5% de las acciones de BxV para solicitar una junta extraordinaria en la que quería solicitar el cese de los actuales mandatarios y su posterior reelección. Salas apenas contó con el apoyo de un 10,3% del accionariado (BxV y Castaño), mientras que Haro y Catalán recibián el del 21,1%, lo que era muchísimo teniendo en cuenta que el 51,34% no acudió a votar tras el pacto de Bitton con el consejo.
La historia más reciente es bien conocida: tras la llegada de Serra se fichó a Setién, pocos días después dimitió Torrecilla -renunciando a los tres años de contrato que tenía-, a mitad de verano se firmó el pacto extrajudicial con Lopera, en Navidades el 51,34% de las acciones eran compradas por los béticos y ahora se está a punto de certificar la clasificación europea. Cuatro años después del descenso. La de cosas que han cambiado en el Betis, y casi todas para bien.