En este mundillo lo conocen como ‘Wasabi’, apodo que le pusieron sus amigos al confundir en una comida el guacamole con el picante condimento japonés. Después de muchos años de entrenamiento a Enrique Marín ‘Wasabi’ le llegó la oportunidad de su vida en 2015 al entrar en la UFC, la famosa promotora americana en la que compite el mediático Conor McGregor. Tras dos derrotas, una de ellas bastante polémica, la empresa americana le comunicó que no contaba más con sus servicios. A pesar de esto, el joven sevillano afirma que tiene “más que agradecerle a la UFC que criticarle”. Ahora, a sus treinta y un años, ha montado junto con un amigo una escuela de esta disciplina en la capital andaluza. Precisamente, ‘Wasabi’ recibe al equipo de Sevillainfo para realizar esta entrevista en su particular santuario, ‘Sutemy Fight Academy’.
PREGUNTA – ¿Cuándo comienzas con las artes marciales?
RESPUESTA – Empecé con quince años haciendo jiu jitsu tradicional como defensa personal y un poco de kick boxing. Ahí fue mi primer contacto con este mundo y después fue derivando en las competiciones.
P – ¿Cómo se toma la familia el hecho de hacer un deporte de contacto?
R – Mis padres lo entendieron y lo entienden. Lo que menos gracia les hace es la competición. Lo entiendo, soy su hijo y no les gusta que me hagan daño, sobre todo a mi madre.
P – ¿Cuándo comienzas a competir?
R – Yo empecé la casa por el techo. El primer combate que hice de kick boxing fue neoprofesional y el primero de MMA también. Después de esto pasé al amateur. Estos combates fueron en Canarias y en Barcelona, ya que por aquí en Andalucía no se había extendido aún este deporte. Era lo que había.
P – En este tipo de deportes, ¿cómo se pega el salto internacional?
R – Cuando uno empieza a pelear en profesional conoces a compañeros de otros puntos de España. En ocasiones, los promotores se ponen en contacto con ellos y les pedían a alguien de mi peso para una pelea. Era tan fácil como acceder a pelear y poco a poco te haces un nombre dentro del mundillo.
P – ¿Qué rutina necesita una persona que quiera llegar a la cima en este tipo de deportes?
R – Muchas horas de entrenamiento, ser muy comprometido con uno mismo y desarrollar una serie de valores como es el trabajo en equipo. Para la consecución de un objetivo individual como es el de ganar un combate, porque al final estás solo, hace falta saber que sin un equipo y una serie de recursos humanos detrás tuya es imposible.
P – Al final del 2015 tienes tu primer contacto con la UFC entrando en The Ultimate Figther, ¿puedes explicar en que consistía esto?
R – Eso es un torneo que está realizado como si fuese un Gran Hermano, aunque a mi no me gusta llamarlo así. Esto fue rodado en Las Vegas y, así por encima, es una casa en la que hay dieciséis atletas y todos van luchando entre sí. Lo bueno fue que yo llegué a la final que se realizaba unos meses después en México, el evento de la final fue el UFC de Monterrey.
P – Ese primer combate lo perdiste por decisión dividida y tras ello te vas para Las Vegas a por tu segundo combate de UFC…
R – Sí, además esta tenía una particularidad, era la edición número doscientos de esta liga. Ya sabes, los americanos son muy fetichistas con esto de los nombres, imagínate la que se lió sólo por este número. Fue espectacular.
Enrique Marín ‘Wasabi’
P – Eres de los pocos españoles que ha visto este mundo, ¿cómo es la UFC por dentro?
R – Mucho más grande de lo que la gente se piensa. Mucho más grande de lo que la gente puede ver en redes sociales, por la televisión o por Youtube. Tanto que a veces te come, porque no es sólo la lucha, es mucho más. Es lo mediático del asunto, es atender a redes sociales, atender a medios de comunicación, y esto yo nunca lo había hecho. No te queda otra que aprender a medida que vas haciendo y hacer a medida que vas aprendiendo. Sobre todo es el volumen de todo. Hay gente que te va a criticar sin reparo y, por el contrario, hay gente que se pasa de buena gente. Tienes que aprender a establecer una serie de prioridades para que no te afecten en la pelea, porque al final tu eres un luchador, no una estrella de Hollywood. Es bonito, pero tiene su parte demasiado cruel.
P – En este combate perdiste contra el americano Sage Northcutt y la UFC te transmite que deja de contar con tus servicios, ¿qué piensas en ese momento?
R – Te da pena, pero no ese tipo de pena que te hunde. Yo tengo muchos más que agradecerle a la UFC que criticarle. Cuando ocurre, se te pasa por la cabeza que es el final de una etapa y que comienza una nueva. Cuando deciden prescindir de tus servicios es porque ya no haces falta.
P – Tras esto te vuelves a España, ¿cómo es tú día a día ahora?
R – Gracias al dinero que ganamos allí, a una serie de patrocinadores y junto con mi compañero Alberto hemos montado esta escuela sin la necesidad de ir al banco ni cosas de esas. El día a día es impartir clases, los fines de semanas doy unos seminarios y, además, sigo preparándome para seguir compitiendo.
P – Hablando de la competición, el pasado 7 de octubre tuviste una pelea contra el brasileño Ricardo Tirloni en Leganés ante 4.500 espectadores, ¿se podría decir que está mejorando la situación de este deporte en España?
R – Según el evento, igual que hay eventos que van cinco mil personas, los hay de doscientas cincuenta. Está mejorando, pero todavía queda un largo camino por recorrer.
P – Este combate estabas dominándolo con bastante solvencia hasta que el brasileño conectó un derechazo y caíste a la lona, ¿en ese momento sientes dolor?
R – No, en ese momento no sientes. De hecho no me acuerdo, me quedé inconsciente. Al final es un traumatismo craneoencefálico leve, al sufrir ese impacto tu sistema nervioso se desconecta para no sufrir más daños importantes.
P – Siempre se ha dicho que en los deportes de contacto existe un gran respeto entre los rivales, ¿es cierto esto?
R – En la gran mayoría de los combates, sí. Después existen algunos casos como el de Conor McGregor que montan un circo alrededor de la pelea, pero esto se da porque es lo que les hace facturar mucho dinero. Fíjate lo que ocurrió hace unos meses con la pelea entre Mayweather y McGregor.
P – Por último, ¿se puede vivir de esto en España?
R – Imposible, inviable. El que se luchador profesional español sabe que no puede vivir de pelear. Aún no ha existido ningún competidor de MMA español que pueda vivir sólo de los combates.