En España hay un deporte rey por encima de todos los demás, sin que ello signifique que un partido de Nadal, una etapa reina del Tour o un choque decisivo de la selección española de básquet no reúnan audiencias millonarias frente al televisor.
Esa preponderancia del fútbol se manifiesta en el volumen de apuestas deportivas que mueve, suponiendo precisamente la primacía en este tipo de pronósticos el mejor indicador del interés que despierta un deporte con respecto a otros.
¿Cómo guiarse para hacer apuestas en fútbol?
Si hablamos del mercado más clásico dentro de los vaticinios futbolísticos, el de equipo ganador del encuentro (victoria de A, empate o victoria de B), hay un elemento claro que sirve de guía para la realización de apuestas: la cuota, esto es cómo se cotiza cada resultado.
Por ejemplo, si la victoria de A se paga a 1,2 euros por cada euro apostado, el empate a 1,5 y el triunfo de B a 6 euros, se puede deducir que A es claramente favorito para ganar el encuentro.
Por tanto, pronosticar el triunfo de A sería a todas luces una apuesta ganadora, y la opción perfecta a la hora de aventurar el dinero con las mejores perspectivas.
Aspectos a valorar más allá de la cuota
Sin embargo, la cuestión no es tan lineal, primeramente porque hablamos de un deporte como el fútbol que precisamente tiene como principal atractivo que todo puede pasar en un partido entre dos equipos, particularmente cuando nos movemos a niveles de grandes competiciones como la liga española o la Champions League.
Hay que tener en cuenta también que el fútbol a diferencia de otros deportes se dirime por tanteos muy cortos, lo que favorece mucho que se puedan producir sorpresas.
Incluso, en casos extremos en los que se enfrenta el líder de un campeonato de liga frente a un colista, pueden intervenir factores como la relajación del favorito, el descanso otorgado a ciertos jugadores, las necesidades del equipo débil por salir de esa situación, la motivación de sus jugadores por reivindicarse después de una mala temporada, la rivalidad especial que pueda haber entre ambos clubs…
Otros factores que pueden influir en el resultado
Además, también habría que valorar si el equipo favorito tiene un partido importante de otra competición en pocos días, o la posibilidad de que padezca lo que se conoce como virus FIFA, esto es la ‘resaca’ que dejan las convocatorias de la selecciones en los jugadores en forma de lesiones, cansancio, etc.
Todos estos elementos han de sopesarse a la hora de hacer un pronóstico, al igual que otros indicadores como la dinámica actual de los equipos, los precedentes de enfrentamientos anteriores o las posibles bajas existentes, tanto por motivos físicos como por sanciones.
Con todo, aunque el mercado del resultado del partido sea el que da más pie a la realización de análisis, lo cierto es que hay infinidad de modalidades de apuestas que se pueden hacer: resultado al descanso, goleador del partido, diferencia de goles, etc.
Sea cual sea la opción que se escoja, pese a que a priori habrán unas apuestas que sean más ganadoras que otras, lo cierto es que la incertidumbre y la imprevisibilidad siempre estarán presentes, por suerte incluso podemos decir, ya que esa emoción consustancial a los pronósticos deportivos suponen en realidad uno de sus principales atractivos.
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