El utrerano da por hecho que sus jugadores “tienen los huevos rojos y blancos” y que asegura que están en deuda con su afición

Joaquín Caparrós ha vuelto a mostrar su peculiar motivación esta tarde en la rueda de prensa previa al encuentro de mañana entre el Sevilla y la Real Sociedad (21.00 horas), partido que será el primero del entrenador en su regreso al Sánchez Pizjuán. Más allá de que se trate de su reencuentro con la afición sevillista en esta nueva etapa, el utrerano ha resaltado la ilusión que contempla en su nueva plantilla. “Les he mirado a los ojos a todos, pero también a los huevos, que los tienen rojo y blanco todos. Les he dicho que son muy buenos, que son unos elegidos y no voy a cambiar demasiado. Tenemos que ser contundentes defensivamente porque la Real es muy buena. Estoy muy ilusionado y los jugadores lo han notado. Todos queremos enganchar a la gente”, ha asegurado.

Igualmente, el flamante entrenador sevillista se siente “en deuda con el Sevilla”, ya que son muchos y buenos los recuerdos que guarda de su anterior etapa en el que considera su equipo y al que ha vuelto encantando por “intentar ayudar ahora”. En esta línea, es consciente del último esfuerzo que queda antes de finalizar la temporada. “Tenemos que darlo todo y estos jugadores tienen que sacar el talento que tienen dentro”, ha dicho.

LA DEUDA CON LA AFICIÓN Y LA FALTA DE GOL

Es evidente que, como sevillista más, Caparrós no ha querido olvidarse de su afición con la que considera que el equipo tiene una “deuda”. Al mismo tiempo, ha recordado a los suyos que deben “estar orgullosos” de representar a la entidad.

En lo que respecta a la situación técnica del equipo, el de Utrera ha confirmado sentirse preocupado por la falta de gol. Sin embargo, su prioridad reside en “fortalecer los aspectos defensivos” para, de este modo, romper con la mala racha en esa línea del campo.

Tampoco se he olvidado de Jesús Navas, del que ha valorado su veteranía y madurez y al que, por lo que ha comentado, espera tener disponible para alinearlo en su once titular. “Es muy querido en el vestuario y ha sabido adaptarse a jugar algo más atrás. Es un ejemplo y otro campeón del mundo criado en la ciudad deportiva”.