Se llama Lewis Texidor, nació en Florida, pero se recrió en España hasta hacerse adolescente imitando al baterista de Yes, el legendario Bill Bruford, que luego lo fue de King Crimson y de Génesis, en los discos de su padre. Ahí descubrió que quería aprender a tocar la guitarra y luego supo que su dedicación sería la música, como artista, como ingeniero de sonido o lo que hiciese falta, de modo que se volvió a su tierra natal al Atlanta Institute of Music, donde hoy ejerce como profesor suplente y como ingeniero de sonido y guitarrista de numerosas grabaciones.
Además de participar en la grabación de muchos grupos de diferentes estilos, Lewis tiene un canal de YouTube en el que comenta músicas y sabe lo que dice, aunque lo dice en un español de acento algo macarrónico: o sea, con la pronunciación típica e inconfundible del “guiri”.
Había escuchado y conocía, por supuesto, a Paco de Lucía, sobre todo de la participación del mítico algecireño con Al di Meola y John McLaughlin, y también tenía oído algo de Camarón y de otros cantaores…, hasta que un buen día, por los comentarios que sus seguidores le dejaban, en el canal, quiso escuchar ante la cámara y ante sus seguidores dos temas que le habían recomendado: “Como el agua” y “La leyenda del tiempo”, el disco que centrifugó y cambió la historia del flamenco para los restos.
El primero de los dos temas corresponde al disco en el que José Monge y Paco de Lucía recobraron la colaboración que habían mantenido largo tiempo y que se quebró durante dos años tras la grabación de “La leyenda del tiempo”, en el que Paco, tras renunciar a su participación de manera inesperada por problemas ajenos, fue sustituido por Tomatito.
Y si el asombro de Lewis al escuchar “Como el agua” le hace exclamar: “¡Flipo!”, a continuación entra casi en estado catatónico cuando llega al temazo histórico que produjo Ricardo Pachón con una cohorte de músicos encendidos que no terminaban de comprender que estaban a punto de parir una auténtica revolución, con los hermanos Marinelli y con Manolo Rosa, del grupo Alameda, en los teclados, que a Lewis le recuerdan a The Doors pero a lo bestia; con Kiko Veneno como autor; con Rubén Dantas en las percusiones y Gualberto en el sitar, etc .
Lewis Texidor no está seguro de si la guitarra que se escucha en el tema es la de Paco de Lucía (no lo es), pero a esa hora ya está electrizado, siente chispas por todo su cuerpo y dice que los pelos de los brazos se le salen al escucharlo.
No da crédito a lo que está sonando allí, a toda máquina, a una velocidad de la que dice que un poco más rápido “y los detiene la Guardia Civil”, exclama, lo cual se parece bastante a la expresión del ex guitarrista de rock Jan Akkerman, del histórico grupo holandés Focus, considerado en su época por muchos como el mejor guitarrista de jazz-rock del mundo, el cual tras participar en varios duetos con Paco de Lucía, explicaba que durante aquellas actuaciones se sintió sobrepasado por la cascada infinita de acordes y escalas diferentes a toda velocidad que salían de la guitarra del de Lucía: “Era como si un caza de combate pasara por encima mía una y otra vez… Yo me dedico a otra cosa. Definitivamente, no me interesa lo que él hace”, dijo entonces con el desdén inseparable de la perplejidad y el asombro del admirador incondicional que se sentía abrumado, ofuscado, aplastado…
Vean y escuchen al otro guiri, Lewis Texidor, electrocutarse a solas…
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1 Comment
Yo sólo lo sé disfrutar, no tengo cultura musical, de modo que se ha ampliado mi disfrute con los intringulis que revela Arenzana a propósito de un friki que flipa con estos artistazos.