Horas antes de las votaciones que se van a celebrar este domingo día 12 en la Hermandad de La Macarena, para elegir entre sus hermanos una de las dos candidaturas que se presentan, realizo una entrevista a Santiago Álvarez. Un hombre serio, pero ante mis ojos, lleno de cordialidad. Más que serio lo tildaría de sereno, receptivo y hasta sensato.
– ¿Por qué se presenta usted a Hermano Mayor de la Hermandad de La Macarena?
– Me presento a Hermano Mayor porque contemplo como algo lógico y natural en mi Hermandad que quien ocupa el cargo de Teniente de Hermano Mayor presente su candidatura para sustituir al Hermano Mayor que lo designó, cuando éste abandona el cargo por acumulación de dos mandatos o por no desear completar un segundo. Además, creo que es oportuno que tras veinte años ininterrumpidos formando parte de la Junta de Gobierno, devolver ahora a mi Hermandad toda la experiencia y los conocimientos adquiridos a lo largo de esos años.
– Doy por hecho que ha habido intentos de entendimiento entre las dos candidaturas. ¿Por qué no hay consenso?
– Cuando los intereses, los tiempos y las formas de ver las cosas se encuentran tan alejadas resulta muy complicado poder llegar a un acuerdo.
– Propone la salida extraordinaria de la Macarena en 2020. ¿No cree usted que algunos lo pueden tomar como oportunismo?
– Creo que se trata de una cuestión relevante que debe ser conocida por los hermanos; estoy convencido de que la mayoría no habrían reparado en la proximidad de esa efeméride y de acuerdo con las últimas disposiciones diocesanas está más que justificada dicha salida y como cuestión destacada debe ser tratada, y en mi caso, de forma favorable. No se trata de oportunismo, sino de información y análisis.
– ¿Qué medidas van a tomar sobre el tan polémico asunto de Queipo de Llano? Hay más personas enterradas en la Basílica y no ocurre nada.
– El debate no se encuentra en el seno de la Hermandad, de hecho ningún Hermano se ha levantado en ningún Cabildo General de los celebrados en democracia para tratar esta cuestión. Sabemos que está enterrado en la Basílica por ostentar la distinción de Hermano Mayor Honorario promovida por su total implicación en la construcción del templo. Para alejar cualquier duda, en los últimos años, a la lápida se le ha ido despojando de toda simbología extraña a esta consideración. En cualquier caso, desde mi candidatura hemos puesto encima de la mesa como proyecto a realizar en los próximos años la construcción de un columbario en el que puedan depositarse los restos de todos los hermanos y devotos que lo soliciten, incluso aquellos que ya reposan en la Basílica.
– ¿Ve factible una carrera oficial a la inversa y menos horas de penitencia?
– No alcanzo a comprender por qué invertir el sentido de la Carrera Oficial cuando es seguro que hay alternativas para solucionar cruces y otros problemas sin necesidad de tener que llegar a esta situación. En cuanto a reducir el tiempo de la Estación de Penitencia opino que hay que conjugar convenientemente el deseo de los devotos de que las imágenes permanezcan el mayor tiempo posible en la calle con el lógico cansancio de los hermanos que participan en el cortejo. Creo que hay que acortar los tiempos en las calles del centro de la ciudad en beneficio de las del barrio, en donde los ánimos se vienen normalmente hacia arriba; además de cumplir con el horario oficial de entrada de la cofradía.
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