Un códice de 1686 adquirido por la O

Esta nueva adquisición contiene la tripa interior con diversos capítulos, ya que estas hojas, por razones desconocidas, fueron separadas de las pastas originales

Libro de reglas de la O encontrado en Madrid de 1686 / Hermandad de la O

Libro de reglas de la O encontrado en Madrid de 1686 / Hermandad de la O

La Hermandad de la O ha adquirido, en un anticuario de Madrid, un códice con algunos capítulos del libro de reglas de la corporación de 1686. Necesitaron de un primer estudio para comprobar la necesidad del mismo y una vez verificada, la comisión de patrimonio dio luz verde a la compra de estos documentos.

En 1684, Sevilla sufrió  la  mayor inundación hasta ese momento, que fue provocada por la sucesión de 70 días de lluvia torrencial en un periodo de tiempo desde noviembre de 1683 hasta la primera semana de febrero. El arrabal trianero quedó totalmente cubierto por el agua, cosa que originó que la sede de la corporación del Vieres Santo quedará anegada, haciendo ilegible el primitivo libro de reglas.

Para no perder las ordenanzas y acuerdos que se habían llevado a cabo, se decidió hacer un libro nuevo, constando así en el ‘Libro de acuerdos. 1675-1727’, donde se anota el pago de la obra y se describen sus características formales: un libro de pastas forradas de terciopelo carmesí y con cantoneras de plata. El interior formado por veinte hojas de vitela donde se escriben los capítulos que se han de guardar y se ilustran con cinco estampas que representan a los titulares: Nuestra Señora de la O Gloriosa, la Virgen de la O de pasión en su paso de palio, Jesús Nazareno y Santa Brígida. Además de una artística letra capital para iniciar el texto de ‘las constituciones’, costando 369 reales de vellón.

Las reglas trasladadas fueron las de 1566, ya que la hermandad no redactó otras hasta 1785. Los 66 capítulos de las originales se redujeron a 29 en el traslado de 1686, recogiéndose hacer la estación de penitencia en la mañana del Viernes Santo (como se venía practicando desde 1579) y se suprimió la procesión del Domingo de Resurrección,que llevaba décadas sin celebrarse.

Hasta el día de hoy, el libro de reglas que mantenía la entidad trianera no tenía las pastas pero sí las imágenes en su interior, usándose en todos los cultos y celebraciones desde 1686.




 

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