Unas líneas sencillas que comparten espacio con otras que dibujan miradas y bocas, elementos surrealistas éstos que le añaden ese toque divertido que siempre imprime la firma a sus prendas. En esta colección unos vestidos son en forma de bola, otros se derriten y algunos se abullonan, a la vez que se mezclan con estilismos urbanitas muy apetecibles.
Tras ella, y con esa misma vitalidad que provoca las fechas para las que se crean estas colecciones, desfilaron las propuestas de Teresa Helbig, en la que el entramado natural, la renovación cíclica y el verde kakhi, determinan la naturaleza que inspira a sus propuestas enfocadas en un estilo urbanita con una alta dosis de glamour.
La mañana la cerraba Ulises Mérida, con una colección que toma sus colores lavanda y mostaza del cielo y la tierra al atardecer. Tiñendo así toda una serie de propuestas que engloban vestidos con asimetrías, con pañuelos de escote palabra de honor, chaquetas en redondo y chalequillos sin mangas, demostrando,así, el buen saber, una vez más, que tiene de quien aprendió, Balenciaga, además de la destreza innata con la que maneja la aguja.
El comienzo de la tarde en la MBFW Madrid tocaba con Miguel Marinero, que inundó la pasarela con un estilo sahariano. Vimos, por tanto, vestidos shilaba, cordones con borlones a modo de cinturones, escotes de solapa para vuelos de los que llegan hasta los tobillos y en tonos de la gama de azules y tierra. Presentando, así, su primera colección estival.
Para María Escote un estampado no frena un estilo. Si te gustan ‘Las Supernenas’ y te va el estilo Channel, puedes tener una chaqueta que las aúne. Si lo que prefieres son los volantes, pero el estilo sport es lo tuyo, ¿por qué no colocar un volante que recorra la silueta deportiva?
Al termino de su desfile, quedaba pendiente el reencuentro que se produjo entre Pedro del Hierro y la pasarela, uno de los platos fuertes del día, sin duda, y que también sería el último de la tarde en IFEMA, lugar donde se desarrolla la MBFW Madrid. Y si, como dicen, la moda es sueño, este desfile, sin duda, también lo fue con una amplia variedad de estilismos que giraban en torno al equilibrio que ha realizado la firma entre el estilo de los 70 y el Barroco español. Imaginando así mangas corsario muy ablusonadas para escote horizontales y capas españolas como abrigo para la próxima temporada otoño – invierno.
Fuera de IFEMA tuvieron lugar dos desfiles: el de JC Pajares y el de Palomo Spain. En el primero, al aire libre, se transformaron a las modelos como verdaderos maniquíes, para vestir líneas sencillas inspiradas en el Amazonas que ha guiado los nuevos diseños de JC Pajares.
El segundo desfile fuera de IFEMA fue el de Palomo Spain, uno de los más esperados en la pasarela. Para esta ocasión, contó con la inestimable colaboración de Tolentino Haute Hats, que le ayudó a recrear ese mundo de misterio que rodeaba a los primeros viajeros en esas épocas en las que viajar era un verdadero descubrimiento. Un desfile que, además, se produce en un momento muy dulce para Palomo Spain tras haber recibido el premio VOGUE Who’s on Next 2018.
Su planteamiento unisex en unas prendas a veces cuajadas de femineidad a veces de masculinidad, te envolvía en ese juego de minimalismo y barroquismo que se entremezcla con armonía en sus diseños, dejando, como siempre, esas inquietud por sus nuevas creaciones, pues siempre queremos más Palomo Spain.
Imágenes Image.net-MBFWMadrid, para Sevillainfo
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