Memoria urbana del paladar (X)

Estamos en el barrio de los Remedios, ese barrio del que machaconamente se dice en los manuales de arquitectura que es un ejemplo del barrio que no debe hacerse, cosa que tal vez sea cierta pero como ya estamos a finales de los años 70 del siglo XX el asunto no tiene arreglo, como tampoco lo tienen las casas que se derribaron en los años 60, en el casco histórico de Sevilla, cuando sus propietarios las vendieron para venirse a vivir a este barrio que se les prometía como un nuevo barrio al estilo del madrileño y decimonónico ¨Barrio de Salamanca¨.

Pero bueno, pijadas aparte, Los Remedios siguió creciendo con mayor o menor fortuna arquitectónica y en él se fueron instalando negocios que de antiguo tenían sus sedes en pleno centro de la ciudad, como la confitería “La Campana” que en 1965 abrió su Lunch Party en la calle Virgen de Loreto, frente a una parroquia aún en obras. Los propietarios de la “Confitería Los Ángeles” de calle Adriano, que ya tenían la “Confitería Roma” , en calle Asunción 18 , aben en 1971, en el nº 58 de la misma calle, esquina con Virgen de Luján 16 su pastelería, cafetería y salón té “Nova Roma”, lugar donde voy con frecuencia para sentarme junto a la cristalera que da a Virgen de Luján, a leer la prensa del día mirando de reojo y escuchando lo que se cuece en la mesa donde tiene tertulia Antonio Ferrera Comesaña el quiosquero de mi infancia en la Puerta de la Carne, que había trasladado su tertulia del quiosco al salón de “Nova Roma”.

 

 

Recuerdo que Ferrera Comesaña creó en 1959 el premio de poesía “Adela Comesaña” en honor a su madre. Este premio, a pesar de que su dotación era de solo mil pesetas tuvo mucha aceptación entre los autores de la época. Ferrera no solo era un empedernido lector sino que también llegó a escribir y auto editarse casi treinta libros entre poesía, cuentos, ensayos y una autobiografía. Algunos de los libros de Antonio Ferrera Comesaña se pueden encontrar en portales de Internet dedicados a la venta y subasta de libros descatalogados. Pero dejemos Internet y sus subastas y volvamos a “Nova Roma” para señalar lo más interesante de su decoración, los relieves murales de mi amigo, el pintor de Arcos de la Frontera, Pepe Márquez, que están en la pared de detrás de la barra de la cafetería. Decoración aparte, los productos de “Nova Roma” todos son buenos, aunque a mí lo que más me gusta es la leche merengada, algunas de sus tartas heladas y las trufas de chocolate.

Siguiendo con este paseo por Los Remedios en últimos años de la década de los 70 vamos a echar la tarde en el Lunch Party, frente a la parroquia del barrio, una iglesia de muy buena arquitectura moderna proyectada por el arquitecto Roberto de Juan Valiente en 1961, ornamentada con obras del escultor catalán José Mª Subirachs y terminada en 1967, un par de años después de que José Antonio Hernández Tierno y familia abrieran esta cafetería, confitería y salón de té que también tiene salones para celebraciones en la planta alta.

 

 

Tuvo buena vista José Antonio al poner salones de celebraciones delante de una parroquia y también la tuvo para encargarle la decoración de las paredes del salón de té a la pintora Pilar Mencos que realizo unos murales florales estupendos. Tras la merienda en el Lunch Party me voy a acercar a la calle Salado 3, a ver que se cuentan mis amigos los arquitectos que tienen allí su estudio y con los que quedo, día sí, día no, para terminar en animada charla, sobre todo lo humano y lo divino, tomando unos vinos al lado del estudio, en el bar “La Loncha”, con buenas tapas de embutidos de Huelva y de Extremadura, con platos de caza o con unas migas que son seña de la casa. Tras la tertulia y las copas en “La Loncha” nos vamos a ir a tomar la penúltima en el local que otros amigos – casi todos ellos marinos mercantes – abrieron hace poco, el pub “El Capitán Loco” en el nº 50 de la Avda. de la República Argentina, en el que con un poco de suerte podremos escuchar música en directo, mientras nos tomamos un buen whisky o un café irlandés, antes de volver a casa a descansar para al día siguiente despertarme en 2021 y darme cuenta de que “Nova Roma” es ahora un moderno abrevadero de los de “La Sureña”, el Lunch Party un supermercado de Lidl, la casa de calle Salado 3, donde estaba el estudio de arquitectura de mis amigos, la han derribado y ahora en su lugar hay otro inmueble , más feo si cabe, que el anterior, el bar “La Loncha” dejó de existir hace muchos años y “El Capitán Loco” está cerrado sin que nadie le meta mano al local.

A pesar de tantas desapariciones el barrio de Los Remedios y su parroquia siguen en su sitio, mi memoria también y al hilo de ella y de lo que acabo de escribir me llega la triste noticia de la muerte de Placido Fernández Viagas Bartolomé, hijo mayor de Placido Fernández Viagas el juez que fue primer presidente de la Junta de Andalucía, vecino de Los Remedios, gran fumador y cliente asiduo de “Nova Roma” donde le ponían los ceniceros a pares. Descanse en paz Placido hijo. Yo, si el tiempo no me alcanza, descansaré hasta septiembre. Pasen buen verano y no pierdan la memoria ni la paciencia que las dos nos van a hacer mucha falta.

Memoria urbana del paladar (I)

Memoria urbana del paladar (II)

Memoria urbana del paladar (III)

Memoria urbana del paladar (IV). Caracoles

Memoria urbana del paladar (V)

Memoria urbana del paladar (VI)

Memoria urbana del paladar (VII)

Memoria urbana del paladar (VIII)

Memoria urbana del paladar (IX). Triana en los años 70

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