La Listeria monocytogenes, conocida comúnmente como Listeria, es una bacteria que puede causar una infección llamada listeriosis. Esta bacteria se encuentra naturalmente en el suelo, el agua y algunos animales, y puede contaminar los alimentos, especialmente aquellos envasados al vacío en envases herméticos.
El envase al vacío es una técnica que está tomando una fuerte tendencia en estos últimos años y tiende a ser una opción no solo de la industria de alimentos, sino también de uso casero con el fin de proteger los alimentos.
El control del crecimiento de Listeria monocytogenes en alimentos envasados al vacío ha sido considerado por instituciones de reconocido prestigio como Food and Drugs Administration de Estados Unidos (FDA).
La Listeria, a diferencia de otras bacterias patógenas (Salmonella, Encola…) puede desarrollarse en presencia de cantidades mínimas de oxígeno (envasado al vacío), lo que la hace aún más resistente y peligrosa, teniendo la capacidad de crecer y multiplicarse incluso en ambientes fríos, como los frigoríficos. Esto significa que los alimentos contaminados con Listeria pueden seguir siendo peligrosos incluso si se mantienen a bajas temperaturas (0-5ºC)
El principal modo de transmisión es a través del consumo de alimentos infectados, como leche cruda, quesos frescos, leche no sometida a un tratamiento térmico bactericida como la pasterización, alimentos preparados como patés que requieren conservación en frío, productos cárnicos en lonchas, vegetales contaminados o productos de la pesca ahumados.
La listeriosis es una enfermedad grave que afecta principalmente a ciertos grupos de personas llamadas sensibles, como mujeres embarazadas, recién nacidos, personas mayores y personas con sistemas inmunológicos debilitados. En mujeres embarazadas, la listeriosis puede causar serias complicaciones, tanto al feto como a la madre. En personas mayores y personas con sistemas inmunológicos debilitados, la infección puede ser especialmente peligrosa e incluso mortal.
Los síntomas de la listeriosis pueden ser variados, pero generalmente incluyen fiebre, dolores musculares, náuseas, diarrea y malestar general. En los casos más graves, la infección puede propagarse a otros órganos, como el cerebro y las meninges, y causar memeigitis o infecciones sanguíneas.
Para prevenir la listeriosis, es importante tomar precauciones al manipular y consumir alimentos envasados al vacío o en envases herméticos.
Pare evitar esta contaminación, es aconsejable:
Si tienes síntomas de listeriosis o crees haber consumido alimentos contaminados, es importante buscar atención médica de inmediato. El diagnóstico de la listeriosis se realiza mediante pruebas de laboratorio, y el tratamiento generalmente incluye la administración de antibióticos.
La prevención es la mejor forma de evitar la listeriosis. Siguiendo prácticas adecuadas de manipulación e higiene y almacenamiento de alimentos, puedes reducir el riesgo de exposición a la Listeria y proteger tu salud y la de los tuyos.