¿Cómo influye la luz en las botellas de vino guardadas?

Cuando tenemos guardada una botella de vino, utilizando un buen mueble vinoteca, esta siempre debe ser tratada de manera especial, pues la hemos reservado justo para esa fecha señalada donde queremos presentar la mejor balada romántica o una noche de Navidad que se recuerde el siguiente año.

Después de hacer un buen estudio de mercado, hemos encontrado la botella perfecta, pero, entonces, y aunque no lo parezca, lo más difícil acaba de empezar: proteger nuestro producto de la luz natural.

En este artículo te explicaremos cómo influye la luz en las botellas de vino que guardamos tanto en una vinoteca como en una bodega subterránea.

La enfermedad de la luz en el vino

Si, cuando abrimos nuestra botella de vino ideal, detectamos al momento aromas de cebolla, ajo o humedad incisiva, ya nos podemos despedir de tal brebaje gastronómicamente tan valorado.

La razón es muy sencilla: nuestra botella ha sufrido la enfermedad de la luz, un mal muy recurrente que suele afectar a muchos tipos de botellas de vino, indiferentemente del origen o si es un Gran reserva, las cuales no han sido correctamente almacenadas.

La luz, aunque no lo parezca, puede llegar a ser la mayor enemiga del vino, pues, como en cualquier tipo de caldo, este fenómeno natural destruye por completo todos los sabores y aromas que han quedado resguardados con ese corcho que, de rebote, también ha sido mancillado.

Este impacto, claramente negativo, que sufren nuestras botellas de vino también puede venir porque no nos hemos preocupado de realizar un cuidado y mantenimiento de dicho producto, algo que se puede solucionar tan fácilmente como adquiriendo una buena vinoteca encastrable barata.

El daño de la luz

Como regla general, la exposición prolongada de luz solar estropea cualquier tipo de vino, indiferentemente de su calidad original. Es por eso que es sumamente importante que dicho producto siempre esté bajo cubierto de dicha influencia, ya sea en una bodega o una vinoteca que emule dichas funciones.

Otro factor trascendental es que la temperatura se encuentre estable, pues, sin ello, por mucho que evitemos todo rayo de luz, el vino va a quedar destruido por el hecho de haber elevado su temperatura media por encima, o debajo, de lo recomendado.

En el campo doméstico, las vinotecas ayudan dicho proceso gracias a sus puertas de cristal polarizado, algo que bloquea toda luz solar y rayos UV de llegar a nuestras botellas, algo que, si nos lo podemos permitir, resulta en una garantía absoluta contra la enfermedad de la luz.

Si no se siguen estos consejos, es posible que el vino que guardamos en casa sufra de fotoxidación, algo que, en el caso de producirse, acabará por completo con todas las propiedades de dicho brebaje tan especial.

Las vinotecas encastrables

Una vinoteca encastrable parte de la misma premisa que todas las demás, con la diferencia que, en vez de ser un electrodoméstico de pie, como puede ser la nevera, o algo que podemos instalar fuera de la cocina, esta, como su nombre dice, queda encastrada en sitios como bajo la vitrocerámica o como un mueble más.

La clave está en saber qué tipo de vinoteca nos interesa más, pues, no todas las casas, o cocinas, son iguales, y siempre habrá prioridades que nos instarán a decidir si nos sale más a cuenta un aparato removible o algo más fijo.

Además, también hay que tener en cuenta detalles como cuántas botellas queremos almacenar a la vez, pues, no es lo mismo querer tener una colección de 85 botellas o, por el contrario, tener nuestro pequeño almacén con esas 12 botellas que sabemos que siempre funcionan.

La decisión final de la bodega vinoteca ideal, recaerá según el contexto o las circunstancias.




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