Se pueden ver en el escaparate de una famosa confitería del centro centro centro de Sevilla. Son los nazarenos a los que no hicieron la recogía. Y allí están ahora, ya por julio y desde Semana Santa, soportando las calores de estos días. Los cirios se les han quedado como fideos. Quizás no dejen de ser un cierto símbolo de lo que gustan las cofradías en esta ciudad, siempre incansable de que, entre una cosa y otra, salgan todo el año. El termómetro no está para capirotes, pero apuesto a que más capillitas de los que imaginamos serían capaces de aguantar en estas fechas lo mismo que están aguantando las bomboneras. ¡Pues no hay afición ni na!