La petición de perdón a México

Con el debido respeto a Su Santidad, cabeza de la Iglesia y sucesor de San Pedro, la reciente petición de perdón del Papa al pueblo de México me ha dejado perplejo como católico de a pie.  Entiendo que la ocasión del centenario de su fundación como Estado es una ocasión propicia para reforzar los lazos entre el Estado Vaticano y el actual gobierno de aquel país, pero no se nos escapa que al pedir perdón se alinea con las tesis defendidas por indigenistas y asume un análisis parcial de todo el papel que representó España: ¿perdón por haber librado a las tribus del país del poderío azteca con sus ritos de arrancar el corazón y sacrificios humanos (ver la película Apocalypto)? ¿Perdón por haber llevado la fe católica a una zona del mundo que adoraba tótems y hoy es el país con más católicos del orbe? ¿Perdón por haber creado ciudades con una administración moderna, donde antes había tribus con chozas, hasta ser llamada la Nueva España? 

Pero si perplejo me deja este hecho, el silencio del jefe del Estado vaticano sobre las tropelías cometidas por Bélgica en el Congo, por Francia en Haití (entre otros), por Portugal en la costa atlántica de África, por el Reino Unido en América, exterminando las tribus autóctonas, por Italia en Abisinia… es aún más clamoroso. Por favor, señores de la Curia, infórmense con historiadores acreditados y asesoren al Santo Padre antes de pasarle a definitivo sus escritos.

Alberto Amador Tobaja: aamador@us.es




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1 Comment

  1. alatriste dice:

    Es que este es un asunto ya cansino, sino fuera porque esta vez el interviniente es vicario de Cristo en la Tierra. A ver repito: Pedir perdón? A quién? Alguno de los actuales ciudadanos mexicanos fue ofendido por la Iglesia Católica Apostólica y Romana en el siglo XVI? Pedir perdón? En nombre de quién? Hay algún ciudadano español actualmente que haya infligido tales graves ofensas a indígenas o naturales de las antigüas tribus pre-colombina? Pedir perdón ? Por qué? Me remito, Alberto, a tu resumen de las consecuencias de la administración civil y religiosa en virreinato de Nueva España. Por no hablar del ominoso silencio sobre los desmanes ingleses,franceses, italianos. Y una vez más, insisto. Juzgar el pasado con los criterios del presente no tiene sentido, sobre todo, cuando como es el caso, está claro que obedece a una intencionalidad ideológica, ya que, con todo el respeto debido Su Santidad creo que se ha manifestado claramente anti-español en repetidas ocasiones, incluso en la reciente entrevista promovida por esa cadena de radio que ya sabéis y ese periodista que todos conocéis ( niega a España la visita oficial de Su Santidad , limitándose a querer visitarla a título personal como el cura Bergoglio. Mal, muy mal

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